Se han conocido nuevos detalles de Palm Beach, la mansión de Jeffrey Epstein en Florida donde el delincuente sexual, encontrado muerto en su celda de Nueva York en agosto de 2019, cometía los actos más despreciables. El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, es decir, el gobierno federal, ha publicado algunos archivos de las 33.295 páginas de documentos proporcionados por el Departamento de Justicia. Entre ellos, un vídeo de la mansión donde se aprecian diferentes detalles que ahora destacan medios estadounidenses como The New York Post.
Explican que la mansión estaba decorada con una inmensa colección de fotografías enmarcadas cuyas protagonistas eran mujeres desnudas. Estas imágenes están enmarcadas principalmente en baños, pasillos, su gimnasio personal y varias oficinas. Las fotogarfías de Ghislaine Maxwell, su amante y cómplice, la cual cumple condena y tiene muy pendiente a Donald Trump, también estaban presentes en la casa.
Entre las imágenes que el magnate usaba como decoración, también las de sus reuniones o encuentros con personalidades importantes, como el Papa Juan Pablo II. También hay una imagen de la propia Maxwell con el dictador cubano Fidel Castro. Maxwell, durante una de sus entrevista con funcionarios del Departamento de Justicia de Trump, confirmó que estas reuniones de alto perfil tuvieron lugar en 2002 o 2003. Aseguró entonces que viajó a Cuba con Epstein y el expresidente colombiano Andrés Pastrana, a quien dijo haber conocido "en un pub de Dublín".
En los documentos supervisados por el comité de la Cámara de Representantes también aparecen en vídeos las oficinas que tenía Epstein en el interior de la mansión. Se ven, incluso, ordenadores que llevaban una nota pegada de "No tocar". Sobre esto, Maxwell explicó también que estos aparatos fueron en 2023 manipulados por la policía con cámaras, pero con el objetivo de atrapar a un ladrón tras recibir el aviso del magnate fallecido.
La amistad de Donald Trump con Jeffrey Epstein
En mayo, la secretaria de Justicia de Estados Unidos, Pam Bondi, informó a Trump de que su nombre aparecía en los nuevos archivos y en julio anunciaron que no divulgarían más documentos relacionados con Epstein dada la respuesta de los tribunales. La falta de transparencia provocó un auténtico tsunami de críticas que aumentaron tras la publicación de una supuesta carta de contenido "obsceno" enviada por Trump a Epstein durante los años en los que eran amigos. El presidente salió al paso asegurando que la nota es "falsa" y demandó a The Wall Street Journal.
El pasado 23 de agosto, ya recogimos que la fiscal nombrada por Trump ofreció un pacto a Maxell que puede salvarle de 20 años de cárcel. Recientemente, ya contamos también que fue trasladada a una prisión tan confortable como un hotel. Y tras la publicación por parte del gobierno federal de más de 300 páginas de entrevistas y horas de grabaciones con la única persona condenada por su rol en la red de explotación sexual de Jeffrey Epstein, lo que más sorprendió no fue lo que dijo, sino lo que prefirió callar: especialmente sobre el actual presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump. Entre las personalidades vinculadas con Epstein, como se ha sabido a lo largo de estos años, también se encuentran el príncipe Andrés, apartado de sus títulos militares y patronatos reales en la corona británica por sus escándalos, o Bill Clinton.
Relacionados
- La novia de Epstein calla sobre Donald Trump: el atronador silencio de Ghislaine Maxwell
- Última hora en el Caso Epstein: el juez Berman rechaza publicar testimonios y pruebas contra el amigo pederasta de Donald Trump
- Melania Trump amenaza con demandar a Hunter Biden por vincularla con Jeffrey Epstein
- Bill Clinton viajó en el 'Lolita Express' de Epstein e incluso pisó la Isla de los Pedófilos: las razones que han llevado al expresidente a declarar