El cantante mallorquín Jaume Anglada se encuentra en estado crítico tras haber sufrido en la madrugada de este viernes un accidente de tráfico en Palma de Mallorca. Alrededor de la una y media de la madrugada, el artista se desplazaba en su moto cuando un vehículo se ha cambiado de vía y le ha golpeado, provocándole un traumatismo craneoencefálico. Desde la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Son Espases luchan por estabilizarlo. Este es un duro golpe para su mujer y sus dos hijos, pero también para sus amistades. Entre ellas, destaca la que mantenía con Felipe VI, quien también permanece pendiente de la última hora de su evolución.
El monarca y el cantante se conocen desde hace más de dos décadas. En concreto, fue en el año 2000 cuando se cruzaron gracias a una pasión que ambos comparten y que han practicado juntos en numerosas ocasiones: el deporte de vela. Fue esta disciplina la que les puso en común, potenciando su confianza año tras año y dando paso a una amistad discreta, pero grande y sincera. Tanto es así que el padre de don Juan Calos y doña Sofía se ha presentado a lo largo de este tiempo en algunos de los conciertos que el intérprete ha ofrecido en su tierra natal, Mallorca. Es un gran seguidor de su música.

De esta forma, como es tradición, el hijo del rey Juan Carlos acudió hace solo unos días a una actuación de su amigo. Fue el pasado 1 de agosto, durante el recital que Anglada ofreció en el Real Club Náutico de la isla. Felipe VI cantó las canciones con el resto de asistentes, y junto a ellos se dejó ver disfrutando entre bailes, elevando los brazos y cantando los temas al unísono.
Después, el 4 de agosto, el cantante fue recibido por el monarca, doña Letizia y sus hijas en la recepción en el Palacio de Marivent. En la cita, se mostró discreto y agradecido por la invitación. A su llegada, le dio un educado y cómplice estrechón de manos al rey y, después, charló con doña Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. El músico también expresó su agradecimiento a doña Sofía. Fue una velada muy especial para ambas partes. Una noche que, probablemente, ahora el monarca recordará con un gusto agridulce. Este viernes, su atención está puesta en su amigo.

