Más de un centenar de artistas, cineastas, periodistas y activistas han alzado la voz en defensa del Sáhara Occidental al firmar un manifiesto promovido por el Festival Internacional de Cine del Sáhara (FiSahara), exigiendo a Christopher Nolan que detenga el rodaje de su nueva superproducción La Odisea en Dajla, una ciudad saharaui ocupada por Marruecos. Entre los firmantes figuran nombres destacados como Javier Bardem, Icíar Bollaín, Rodrigo Sorogoyen, Carolina Yuste, Juan Diego Botto, Luis Tosar, Itziar Ituño o Javier Gutiérrez.
El manifiesto denuncia que el director de Oppenheimer y su equipo han rodado escenas en Dajla "sin el consentimiento del pueblo saharaui", y únicamente con el aval de las autoridades marroquíes. "Dajla es una ciudad ocupada y militarizada cuya población autóctona saharaui está sometida a una brutal represión", afirma el texto, que considera que el rodaje contribuye, quizá sin intención, a "blanquear" la ocupación marroquí del Sáhara Occidental.
El FiSahara y los firmantes reclaman que las escenas grabadas en ese territorio "no autónomo", según la ONU, sean eliminadas del metraje o, en su defecto, que se obtenga el consentimiento del pueblo saharaui para utilizarlas. La directora ejecutiva del festival, María Carrión, ha señalado que Nolan y su equipo están, de facto, colaborando con la estrategia marroquí de normalización de la ocupación.
El manifiesto ha tenido gran eco internacional, especialmente tras la cobertura crítica del caso por parte de medios como Variety. Sin embargo, ni Nolan ni Universal Pictures han respondido públicamente, lo que para Carrión deja a Marruecos como único portavoz del proyecto. "Las únicas declaraciones sobre el rodaje provienen del ministro de Cultura marroquí, que celebra la presencia de Nolan como un impulso para convertir Dajla en un plató internacional", añade.
Silencios pasados, ruidos presentes
La movilización del cine español en torno a este caso ha sido contundente. Sin embargo, contrasta con el silencio ensordecedor que muchos de estos mismos nombres —incluido Bardem, uno de los más implicados históricamente en la causa saharaui— guardaron cuando el presidente Pedro Sánchez, en marzo de 2022, cambió de manera abrupta la histórica postura española y se alineó con Marruecos al considerar su plan de autonomía para el Sáhara como "la base más seria y creíble" para una solución.
Aquella decisión, que rompía con el consenso diplomático sostenido durante décadas, provocó un terremoto político y diplomático tanto dentro como fuera de España, pero apenas despertó reacción en la comunidad artística, tradicionalmente comprometida con la causa saharaui. Algunos, como Bardem, que produjeron documentales y lideraron campañas en años anteriores, guardaron silencio en ese momento.
¿Por qué ahora sí y entonces no? ¿Por qué se alza la voz contra una superproducción de Hollywood, pero no contra una decisión política de enorme calado del Gobierno español? La respuesta no es sencilla. Algunos analistas apuntan al temor a enfrentarse directamente con el poder político nacional, especialmente en un contexto en el que muchos actores y creadores dependen de subvenciones públicas o del apoyo institucional para sus proyectos.
"Cuando fue Sánchez quien traicionó al Sáhara, la mayoría calló. Pero ahora que se trata de un director extranjero, de Hollywood, es más fácil protestar", comenta un veterano activista prosaharaui que prefiere mantener el anonimato. "El compromiso debe ser coherente, no selectivo", añade.
La paradoja ha abierto un debate incómodo en el sector cultural español: ¿hasta qué punto el activismo de una parte del cine español es auténtico, y hasta qué punto se ejerce cuando es seguro y rentable hacerlo?
Mientras tanto, la petición contra el rodaje en Dajla continúa creciendo en apoyos. Entre los firmantes se encuentran también figuras internacionales como Paul Laverty, David Riker, Lurdes Pires, y la defensora de derechos humanos saharaui ElGhalia Djimi, que fue detenida y desaparecida durante años en cárceles marroquíes. Todos ellos exigen que La Odisea no se convierta en una herramienta de propaganda para justificar la ocupación de un territorio pendiente aún de descolonización.
Con Bardem y otros actores liderando ahora esta campaña, muchos se preguntan si este renovado interés por el Sáhara se mantendrá más allá del foco mediático de una película, o si volverá a apagarse en cuanto se enfrenten de nuevo a decisiones políticas que incomoden más cerca de casa.
Christopher Nolan, Zendaya o Matt Damon llegaron a Dajla el pasado 17 de julio. El Sáhara Occidental está catalogado como un territorio "no autónomo" por las Naciones Unidas: "Está bajo ocupación marroquí y aún no ha culminado su descolonización". El rodaje continúa.
Relacionados
- Javier Bardem consigue su primera nominación en los Emmy por su papel en 'Monstruos', la miniserie sobre los hermanos Menéndez
- Brad Pitt y su novia sustituyen a Bardem por Tom Cruise en el gran estreno londinense de F1: The Movie
- Javier Bardem, ¿víctima de censura? La televisión estadounidense corta en directo su opinión sobre Israel con este salto a publicidad