El sueño de Donald Trump: levantar un gigantesco salón de baile en la Casa Blanca. Las obras del sueño dorado del presidente que viene de atrás, de hace 15 años, ya tienen fecha de comienzo: después de las vacaciones de verano. Los trabajos, que se sincronizarán con la rentrée del nuevo curso, darán inicio exactamente en septiembre. Así lo anunció la secretaria de prensa.
El salón de baile de Estado que acogerá audiencias, recepciones y eventos oficiales, tendrá un coste de 200 millones de dólares, que saldrán del bolsillo del presidente y de donaciones. Un espacio de 8.400 metros cuadrados, tal y como publica la CNN, que presenta en fachada un estilo que recuerda a los templos griegos con protagonismo del juego de columnas y del blanco nuclear como color dominante.


En su interior, tal y como presenta la Casa Blanca en unas imágenes de simulación, vemos unos salones infinitos de exquisita elegancia versallesca que nos llevan al lujo francés de Luis XVI, con predominio de blancos totales en todas sus gamas y de dorados en mobiliario, vajillas y cubertería. También, un suelo clásico ajedrezado de mármol, candelabros de oro y detalles de cristal. Tal es el esplendor que muestran las fotografías, que algunos medios lo comparan con la residencia de Trump en Mar-a-Lago, en Florida. Firma este proyecto el estudio McCrery Architects.
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