Chapoteando por las cálidas aguas mediterráneas con unas gafas de snorkel y una espléndida sonrisa. Así han visto este lunes a Cristiano Ronaldo en Mallorca, concretamente en el puerto de Andratx, donde está anclado su lujoso yate, el Azimut Grande 27 Metri, reconocible por las gigantescas letras GC (las iniciales del futbolista y de su mujer, Georgina). Palma se ha convertido en una parada 'obligatoria' en las vacaciones de verano de la familia y es el lugar que ha elegido el portugués para refugiarse del aluvión de críticas que le ha caído tras su ausencia en el funeral de su gran amigo Diogo Jota, fallecido el pasado 3 de julio en un accidente de tráfico junto a su hermano.

Son muchos los que han criticado que Cristiano no acudiera al funeral de su compañero de selección, al que estaba muy unido. Él, siempre discreto, no ha querido responder al 'hate' ni explicar los motivos de su decisión, pero su hermana, Katia Aveiro, sí ha recurrido a las redes para defenderlo: "El fanatismo cansa, las críticas son inútiles. La sociedad está enferma. Todos tenemos familia".

El periódico portugués A bola asegura que la decisión de Cristiano no tuvo que ver con el egoísmo, el desinterés o con las vacaciones: el astro sabía que su presencia en el funeral llamaría la atención y no quería incomodar a la familia. Él mismo, dicen, llamó a los padres de Diogo y André, también a su viuda, Rute Cardoso, para explicarles merecían vivir ese momento en paz y su presencia lo impediría, algo que ellos entendieron y agradecieron. Cerró la conversación ofreciéndoles su ayuda en cualquier cosa que pudieran necesitar.

El portugués se despidió de su amigo con un emotivo mensaje en redes sociales: "No tiene ningún sentido. Justo ahora estábamos juntos en el equipo nacional, justo ahora estabas casado. A su familia, a su esposa e hijos, le envío mis condolencias y les deseo toda la fortaleza del mundo. Sé que siempre estarás con ellos. Q.E.P.D. Diogo y Andre. Todos te echaremos de menos".

El paraíso balear en un yate de lujo

A pesar de la gran tristeza por la terrible pérdida de los hermano Jota, Cristiano y su familia han continuado con sus planes. Estos días descansan en Mallorca, uno de sus rincones favoritos, y lo hacen a bordo de su espléndido yate, el Azimut Grande 27 Metri. Con 26 metros de eslora y un precio que ronda los 10 millones de euros, es uno de los más exclusivos del mercado, de edición limitada. Tiene cuatro dormitorios y cinco baños, terraza, solarium, jacuzzi, y el diseño interior y exterior es obra del italiano Achille Salvagni, uno de los 100 diseñadores de residencias de lujo e interiores de yates del mundo.

Con capacidad para 10 personas, es perfecto para la numerosa familia de Cristiano y Georgina, que han viajado con sus cinco hijos: Junior, Mateo, Eva, Alana y Bella. Pero lo mejor son las opciones de juego para todos ellos: motos de agua, tablas de paddle surf y propulsores acuáticos. Precisamente con uno de ellos ha sido visto el portugués por unos turistas que no daban crédito al saludarlo y recibir como respuesta una sonrisa.

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