La vida privada y familiar de María Chivite, presidenta de Navarra: su refugio frente a un PSOE que se revuelve

María Victoria Chivite Navascués (Cintruénigo, 5 de junio de 1978) está en el foco mediático tras el escándalos de los audios de Cerdán, Ábalos y las grabaciones de Koldo García. Con dos de los chorizos procedentes del PSN lo extraño sería que la líder de los socialistas navarros y presidenta de la Comunidad Foral no estuviera "afectada", como ella misma confesó tras sentirse "traicionada".

Una semana después del registro, Ramón Alzorriz, en rueda de prensa convocada de urgencia, ha anunciado su dimisión como vicesecretario del PSN y como portavoz de la formación, tras confesar a la presidenta que su novia era una de las trabajadoras de Servinabar (la empresa de Cerdán que facturaba decenas de millones de euros en contratos con la Comunidad) desde 2021 hasta el año pasado. Alzorriz, hasta hace unas horas número 2 de Chivite, no renuncia, sin embargo, a su acta como diputado en el Parlamento Foral.

Vida familiar

María Chivite, al frente de una de las pocas plazas autonómicas en poder del PSOE, ocupa desde agosto de 2019 la presidencia del Gobierno de Navarra y, junto a su novio, el concejal Miguel Mangado, conforma una familia discreta pero muy unida. La presidenta es madre de dos hijos, Mara y Mateo, de aproximadamente 12 y 8 años de edad respectivamente. Su hogar familiar, recientemente trasladado al tranquilo y acomodado barrio de Gorraiz, en Pamplona, ofrece el entorno adecuado para compatibilizar sus responsabilidades públicas con la crianza de sus hijos.

Miguel Mangado, también regidor de un municipio navarro, ha sido descrito por quienes les conocen como una persona reservada y alejada del foco mediático. Al menos hasta ahora. Durante la investidura de Chivite en 2019, protagonizaron una imagen espontánea que llamó la atención: un beso público en el Parlamento foral, con su entonces novio convertido ya en el "primer caballero" navarro.

Orígenes, valores y cercanía emocional

Nacida en una familia tradicional y religiosa de Cintruénigo, Chivite conserva un vínculo fuerte con su localidad natal, que considera el lugar donde puede ser "ella misma". Su padre, Jesús Chivite, fue un destacado sindicalista y concejal del PSN en su municipio. Su fallecimiento en 2020 fue uno de los episodios personales más duros para María Chivite, quien ha reconocido públicamente que la pérdida le afectó profundamente, aunque tuvo que continuar con sus obligaciones políticas sin apenas pausa para el duelo.

Amante de la vida sencilla, de sus amigas de toda la vida, de las reuniones familiares y de las tradiciones de su tierra, Chivite mantiene una imagen pública natural y cercana.

Conciliación: maternidad y política

Es habitual ver a Chivite haciendo planes familiares los fines de semana o trasladando sus actividades deportivas a espacios al aire libre donde comparte tiempo con sus hijos.

Correr, hacer senderismo o acudir a conciertos son parte de su rutina, y siempre que puede lo hace con su familia. Ha afirmado que su agenda política está organizada con la intención de pasar tiempo de calidad con Mara y Mateo, incluso si eso implica llevar trabajo a casa o ajustar sus tiempos a las necesidades familiares. Aunque no rehúye la responsabilidad política, Chivite ha dejado claro en entrevistas que la maternidad no es una etapa que haya subordinado a su carrera: para ella, ambas son compatibles y complementarias.

Un entorno familiar que inspira liderazgo

La familia Chivite es una saga histórica dentro del socialismo navarro. Su tío, Óscar Chivite Cornago, fue consejero del Gobierno de Navarra y actualmente ocupa un puesto relevante en la administración pública. Su primo, Carlos Chivite, fue secretario general del PSN.

Desde su infancia, ha estado rodeada de debates y ambientes políticos. Sus partidarios sostienen que combina el pragmatismo con la sensibilidad social, que es empática y prefiere el lenguaje directo.

La presidenta ha afirmado en diversas ocasiones que su forma de entender la política nace del ejemplo de sus padres y de la comunidad en la que creció, donde el respeto, la escucha y la palabra dada tienen un valor esencial. Al margen de la evolución del proceso, las investigaciones de la UCO, y los datos que se van conociendo, con mucho dinero público gestionado por su Gobierno, si tras los golpes recibidos, también en el aspecto personal, como ella misma ha reconocido, resiste, apoyada en su familia al menos, semejante situación.