El último escándalo que salpica a Bárbara Rey ha sido la negativa de la Casa de América a que se presente en uno de sus salones su libro de memorias Yo, Bárbara, de la editorial Plaza & Janes. Ponen como excusa que el aforo se ha desbordado, pero lo cierto es que a estas alturas de la vida aún hay quien se la coge con papel de fumar cuando se trata de hablar de los borbones. Será en un salón del hotel Intercontinental de Madrid donde, el próximo jueves, Bárbara aparezca con su libro de más de 400 páginas donde relata parte de su vida: "He tenido que resumir muchas cosas". El libro se anuncia como una verdad sin filtros donde la artista se abre en canal para hablar de su infancia, de su carrera, de su complicada relación con el rey Juan Carlos y su brutal matrimonio con un Ángel Cristo que a punto estuvo de matarla. Bárbara es historia de España, guste o no a los que siguen empeñados en desprestigiar el testimonio de una mujer que compartió lecho y confidencias con un rey del que hoy no añora nada.
P: ¿Qué le ha hecho cambiar de idea y sacar sus memorias en vida cuando era algo que tenía pensado dejar escrito para el día que ya no estuviera entre nosotros?
R: Tenía muchas cosas escritas, pero para que salieran cuando yo no estuviese aquí y que mis hijos tuvieran los derechos. Que yo no estuviera y también otras personas, pero con los acontecimientos que ha habido en este último año y medio con la actitud y el comportamiento de mi hijo y como ha habido algunas personas que le han vitoreado e incluso que le han avalado barbaridades que ha dicho de mí y que no se corresponden a la verdad, es el motivo por el que saco las memorias ahora.
P: Es verdad que muchas cosas ya las ha contado, pero también que todas juntas y con tanto detalle cobran más fuerza. ¿Qué pasaje ha sido el que más ha disfrutado y con el que más ha sufrido?
R: He disfrutado mucho con momentos de mi infancia y me he reído incluso conmigo misma por cómo era. No era rebelde, pero sí una persona que siempre he ido un poquito por delante y eso me ha creado siempre algún conflicto. Con esa parte lo he pasado bastante bien. Luego hay momentos muy duros, los momentos que no me han gustado nada, que son los que he vivido con el rey y otros que he vivido con mi marido. Ahí he llorado mucho.
P: En su libro describe muy bien la relación que tuvo con Juan Carlos I. Está claro que a nivel emocional se implicó muy poco.
R: En mi relación con el rey he pasado momentos difíciles porque me he sentido muy mal. Creo que no ha sido justo conmigo y también porque, quizá, yo tomé unas decisiones, influenciada o no, que no me han gustado. Esas cosas me han provocado momentos difíciles cuando lo estaba escribiendo.
P: Habla mucho de su amiga Hortensia y cómo le animó a grabar y fotografiar al rey. ¿Se arrepiente de haberlo hecho?
R: Yo creo que no. Yo creo que no, porque si yo miro la actitud y el comportamiento que han tenido conmigo personas que yo creía que eran amigas o incluso hasta mi propio hijo, ¿entiendes? Posiblemente no lo haría, pero te aseguro que antes de que todo eso pasara me resultaba muy difícil intentar hablar con él para que me hubiese entendido y comprendido lo que me estaba ocurriendo. La verdad es que no le interesaba nada de mi vida. No creo que se lea el libro, pero si lo hiciera descubriría cómo soy. Pero vamos, te repito que nunca tuvo el menor interés en saberlo.
P: ¿Le gustaría que lo leyera?
R: Me da exactamente igual. Es más, estoy muy cansada y aburrida de hablar de él.
P: ¿No le preocupa que la demande por estas memorias?
R: Todo lo que he hecho en mi vida es porque no tengo miedo. No soy una persona miedosa. Además, si lo hiciera saldría perdiendo, simplemente por su actitud y su comportamiento. Espero que no lo haga por su bien, que no por el mío.
P: Ha tenido que revivir las vejaciones a las que le sometió su marido Ángel Cristo, narra violaciones, palizas y hasta un disparo con su arma. ¿Revivirlo ha sido igual de doloroso o el tiempo hace que todo se olvide?
R: Hay cosas que me producen mucho dolor y sufrimiento y te aseguro que he llorado muchísimo con este libro.
P: Su marido la destrozó, pero ¿duele más ver a un hijo destrozándola por las televisiones?
R: Es un dolor distinto. Jamás pensé que mi hijo me podía hacer esto y para mí ha sido un dolor inmenso que no tengo palabras para describir, solamente lo podría describir una madre que se viera en la misma situación que yo y aun así no podría porque es algo muy difícil de expresar que un hijo te haga una cosa así. Y sigue haciéndolo.
P: ¿Le preocupa la reacción de su hijo Ángel cuando lea la descripción (complicado de carácter, nada empático, siempre pidiéndole cosas, agresivo en algunos momentos…) que hace de él?
R: Ya no me importa. Lo que tendría que pensar es que he sido muy generosa con él en el libro, muchísimo. Pero no sabes hasta qué punto.
P: Describe una escena con Adolfo Suárez que ha sido la sorpresa de estas memorias, cuando cuenta cómo fue a verle al palacio de la Moncloa para pedirle trabajo y le hizo una proposición muy desagradable que la intimidó. ¿Puede explicarlo?
R: Prefiero no recordarlo.
P: ¿Sabe que todo el mundo le va a preguntar?
R: No lo voy a decir. Cada uno que saque sus conclusiones. Fue muy incómodo y muy desagradable para mí.
P: Entiendo que se trataba de una propuesta de carácter íntimo...
R: Hay personas que tienen tanto poder que no proponen.
P: A lo largo de su vida sentimental muchos hombres la han engañado con novias o esposas que escondían...
R: Mi conclusión es que he sido una mujer muy fuera de mi tiempo y ellos estaban muy atrás.
P: La relación con sus padres también es muy diferente, cuenta cómo adoraba a un padre que era todo amor con usted mientras que su madre era muy dura y no tenía esa química.
R: Hoy disculpo la dureza de mi madre porque ha sido una mujer enferma y que ha sufrido bastante. Imagino esto porque las personas que actúan así y padecen esas enfermedades sufren mucho. Pero claro, eso no quita que hiciera también sufrir mucho a mi padre y a los demás. Por eso, aparte de la bondad y la generosidad de mi padre, que acapara todo mi amor, también se intensifica más por el trato que ha tenido con mi madre.
P: Asegura que su padre es el hombre que más le ha querido.
R: Sí, totalmente, porque en el amor no solamente es quererte, también hay que demostrarlo y ser generoso. El amor no es decir aquí estoy, te quiero, te acompaño y te amo. Hay que responder en muchas más situaciones con respeto y cariño, y eso lo he vivido con mi padre. Evidentemente por la diferencia de años tenía una mentalidad distinta a la mía, pero fue un hombre hiper comprensivo que me ha respetado profundamente, hasta el punto de que si ha habido algo que no le ha gustado relacionado con mi trabajo u otras cosas, nunca me lo ha dicho, siempre me ha demostrado el mismo cariño y el mismo respeto.
P: ¿Cuál ha sido la mayor deslealtad que le han hecho? ¿Tal vez los abusos de su hermano con su hija Sofía cuando apenas tenía cinco años y de los que se enteró hace poco tiempo?
R: Esa fue una bofetada tremenda que no tiene perdón. He sido tan generosa con mi hermano, le he cuidado tanto y le he ayudado tanto… Nadie se merece algo así, pero es que encima mi actitud con él siempre fue de cuidado máximo.
P: Habla abiertamente de su adicción al juego, algo que aún no tiene totalmente controlado ya que ha tenido algunas recaídas.
R: Soy una mujer muy fuerte, es un don que me ha dado Dios porque creo que la fortaleza también es un don. Tengo la suficiente fuerza como para quitarme del juego. Lo he hecho en varias ocasiones. Eso no implica que tenga recaídas, de hecho las he tenido, pero ya llevo mucho tiempo que no me pasa. Además tengo una edad en donde miro por no ser una carga para nadie. Y la única forma de no ser una carga es, por supuesto, la salud, pero también la situación económica. No me puedo permitir ser una carga para nadie. No lo he sido nunca, más bien todo lo contrario, digan lo que digan de mí. Durante toda mi vida he procurado que a mis hijos, a mis padres y a mis hermanos no les falte nunca de nada. Quizá me he metido en más de un problema por ese motivo y, repito, no quisiera nunca ser una carga para nadie. Quiero tener los suficientes medios hasta que Dios decida llevarme de aquí.
P: Y llegamos al momento más polémico sobre todo lo que se ha dicho del dinero que cobró de los fondos reservados por no sacar imágenes o grabaciones con el rey.
R: Hasta las pelotas me tienen ya con esa historia. No quiero desvelar todo el contenido, pero en mis memorias cuento al detalle lo que pasó. Lo que hayan hecho los del CNI lo desconozco, a mí no me lo han contado ni me han llegado esos 600 millones de los que hablan y que me gustaría saber quién se los ha quedado si eso es verdad.
P: Llega a afirmar que cuando ve a su ex marido moribundo, con todo lo que le había hecho sufrir, sentía aún cierto amor.
R: Soy una persona que no tengo capacidad de odio ni de rencor. No puedo decir que le quisiera, pero me daba mucha pena. Yo conocí a un hombre fuerte, valiente, emprendedor y que, aunque he sufrido malos tratos terroríficos por su parte, el cómo terminó me producía una tremenda pena porque no hay que olvidar que es el padre de mis hijos y me casé muy enamorada. Tal y como terminó, creo que pagó en vida todo el mal que hizo y por eso era un sentimiento de pena más que de amor.
P: ¿Cuáles han sido sus momentos más felices?
R: El nacimiento de mis hijos y la recuperación del cáncer de mi hermana. Realmente aunque no tuviera motivos siempre me he propuesto ser feliz aunque lo mío han sido más momentos ya que no he tenido a alguien que me haya hecho especialmente feliz. Lo cierto es que he tenido una vida difícil y dura. Me han atacado muchísimo a nivel de prensa, ha sido una agresión continua conmigo y he sufrido y llorado mucho porque me lo tomaba muy a pecho. Tantas amigas que me han traicionado… Aunque parezca una prepotente por hablar así, estoy segura que me tenían envidia. A mis 75 años pienso que cuántas que me atacaban habrían querido ser yo.
P: ¿Va a mandar el libro al Palacio de la Zarzuela?
R: Espero que lo compren y que hagan un buen pedido para regalarlo a los amigos.
P: ¿Hace cuánto que no ve a su nieta?
R: Hace mucho que no la veo, pero espero que se arregle todo y poder verla. A ninguna persona se la puede prohibir separarle de sus familias y de sus abuelos.
P: Creía que tenía buena relación con la madre de su nieta, dado que doy por hecho que su hijo no se la lleva.
R: No es que tenga mala relación, pero es una relación muy distante. Mi hijo no solamente ha hablado mal de mí en televisión, también de sus parejas y creo que con el tiempo se dará cuenta de cómo es él y cómo soy yo. Tengo encima siempre la espada de Damocles por las cosas que dice mi hijo y te aseguro que no tengo comunicación con él ni tampoco quiero tenerla a pesar de las cosas que dicen. No deseo ningún acercamiento, que le vaya muy bien y que tenga su vida.
P: ¿Le gustaría que el día de mañana su nieta lea este libro?
R: Lo leerá y sabrá muchísimas cosas de mi trabajo además de todo lo que podrá saber porque con la tecnología que hay en la actualidad podrá enterarse de lo que quiera.
P: ¿Se ha dejado muchas cosas en el tintero o lo ha contado todo?
R: He contado todo, pero evidentemente me han pasado historias que son más triviales y era imposible meter absolutamente todo. Tal vez en el futuro cuente algunas anécdotas.
P: ¿Se ha quedado satisfecha? ¿Cree que ha hecho justicia a su vida o le queda algo?
R: Bueno, no del todo, pero bastante.
P: A sus 75 años, ¿le quedan ganas de enamorarse?
R: El amor es lo más importante que existe, pero yo de unos años a esta parte mis amores son platónicos. La verdad es que no tengo ganas de tener una relación estable.
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