En la mañana de este domingo 18 de mayo, el centro de Roma se ha vestido de solemnidad con motivo de la misa inaugural que da comienzo al nuevo pontificado, apenas una semana después de que el cónclave eligiera al cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, como sucesor del Papa Francisco. Hasta la emblemática Plaza de San Pedro se han desplazado numerosas autoridades internacionales, entre ellas una amplia representación española encabezada por los reyes, don Felipe VI y doña Letizia. A su lado, han estado presentes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños; y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
Doña Letizia ha vuelto a acaparar todas las miradas al lucir el exclusivo privilegio de blanco —vestida con un elegante diseño midi acompañado de mantilla—, en un look tan impecable como simbólico. A su lado, el resto de la delegación española ha seguido las normas más estrictas del ceremonial vaticano.

Por su parte, María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno, ha apostado por un estilismo sobrio y acorde con el protocolo: un vestido negro de corte midi con falda de vuelo, adornado con sutiles detalles en beige en la parte superior que aliviaban la rigidez del negro total. El diseño, con solapas estilo camisa y una cintura marcada con un bajín decorado con dos cordones colgantes, ha aportado un toque estructurado al conjunto. Lo ha completado con unos estileto en negro y pendientes colgantes de doble perla.

En cuanto a Yolanda Díaz, también ha apostado por la sobriedad exigida por la ceremonia. Ha lucido un vestido totalmente negro, combinado con una chaqueta estilo blazer cerrada y medias negras semi tupidas. El toque distintivo lo han puesto sus zapatos de antelina con una tira cruzada. Ha completado el look con un recogido en moño bajo, impecable y sobrio, acorde con la ocasión.
