En los medios taurinos Juan Ortega era un diestro conocido de Sevilla, muy serio, muy admirador de Curro Romero, muy amigo del escritor Juan del Val y dispuesto siempre a culminar una temporada que fuera redonda y con la que alcanzara esa gloria que todos los toreros sueñan. Juan Ortega se promocionaba de una manera más directa que otros de su gremio. Llegó a alquilar un salón del Hotel Santo Mauro y empapeló autobuses que circulaban por las calles con su rostro en un Afan por querer dar un salto hacia delante y pasar a la primera fila.
Lo cierto es que su gran debut mediático no fue por una faena redonda, que también las hace, sino por la espantá que dió el mismo día que iba a contraer matrimonio en Jerez de la Frontera dejando a la novia casi en el altar y a todos los invitados con la corbata puesta y el regalo hecho. La famosa espantá de Juan Ortega llegó hasta la prensa internacional y fue pasto de comentarios durante muchas semanas.
Ortega nunca quiso aclarar ni decir nada, aunque sí nos consta que pagó todo lo que se debía y se refugió en el campo para vivir una situación que fue durísima, especialmente para su novia con la que llevaba más de 10 años de relación. De aquellos titulares se pasó a un silencio por parte de ambos y no a un olvido pero sí a una vuelta a la normalidad con un Ortega entregado a los ruedos y recogiendo muy buenos momentos en el foso.
En cuanto a su vida sentimental, dimos en primicia que había vuelto a enamorarse y esta vez de una joven perteneciente a una familia muy relacionada con el mundo taurino al tratarse de una nieta del empresario taurino Pablo Lozano, Isabel Lozano, la hija de Fernando Lozano. Ella es publicista y ha trabajado en algunos medios como Libertad Digital y no quiso prestarse para dar contenido a las crónicas sociales, pero tampoco se ha escondido cuando ha acompañado a Ortega en algunos actos. Pues a pesar de las muchísimas cosas que les unían al final Ortega e Isabel han roto su relación y ya no habrá más encuentros o fotografías de la pareja paseando o planeando su futuro.
Días atrás, cuando Juan Ortega brindó un toro a una joven que se encontraba en la plaza de Sevilla, muchos pensaron que podría tratarse de alguien especial en su vida y no se equivocaban. Esa mujer es la esposa de un íntimo amigo y quiso brindarle esa faena. Pero nada que rascar, ya que se trata de un matrimonio muy cercano al diestro y al que les está muy agradecido por muchas cuestiones. Hoy podemos confirmar que en este momento el torero de la espantá vuelve a estar soltero y sin compromiso. Por lo menos esta vez no ha habido ni invitaciones ni banquetes de boda.
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