Han pasado siete meses de la trágica muerte de Liam Payne, que falleció a los 31 años tras caer desde un tercer piso en un hotel de Buenos Aires, en un incidente vinculado al consumo de un cóctel de drogas y otras sustancias nocivas. Ahora, han salido a la luz nuevos detalles sobre su herencia: toda su fortuna será para su hijo Bear, de ocho años.
El cantante de One Direction no dejó testamento, por lo que su único heredero es su hijo, que nació en 2017 fruto de su relación con Cheryl Tweedy. Ella será quien administre esta herencia hasta que su hijo cumpla la mayoría de edad. También está detrás Richard Bray, un prestigioso letrado que, al igual que Tweedy, tendrá funciones limitadas en la administración de esta herencia.
La fortuna que dejó el artista se estima en 28 millones de euros (24 millones de libras) y todo apunta a que el dinero se depositará en un fideicomiso a nombre del pequeño. Kate Cassidy, quien fuera la novia del artista cuando falleció, no tendría derecho legal a recibir parte alguna de la herencia.
Su trágica muerte: un cóctel de drogas y antidepresivos
El equipo forense dio a conocer el informe toxicológico, teniendo en cuenta que en la habitación del artista se encontraron distintos tipos de drogas, así como utensilios y herramientas improvisadas para consumirlas. El músico tomó 'tusi' (cocaína rosa), una combinación de metanfetamina, ketamina y MDMA, además de cocaína, benzodiazepina y crack.
El fallecimiento de Payne se produjo por un "politraumatismo" y una "hemorragia interna y externa" relacionados con la propia caída desde el balcón del hotel de Buenos Aires en el que se encontraba.
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