La hija de José Luis Gil abre su álbum más personal junto a su padre para mostrar que los mejores Carnavales "eran en mi casa"

El 4 de noviembre de 2021 fue uno de los momentos más duros para José Luis Gil y su familia. El actor tuvo que ser ingresado en el hospital a consecuencia de un ictus. Desde ese día ha permanecido alejado de los focos para centrarse en su recuperación, lenta pero favorable. Las únicas noticias que han llegado sobre su estado de salud han sido las proporcionadas por su hija Irene Gil, pero sin dar muchos detalles.

José Luis Gil (Zaragoza, 9 de diciembre de 1957) ha vuelto a la actualidad mediática por una foto que su hija compartía en redes. En esta imágen Irene se mostraba melancólica abriendo su álbum de fotos más privado para compartir una preciosa estampa en la que salía con su padre vestido para el Carnaval. Él con un disfraz que recuerda a Peter Pan, ella con un vestido con volantes que podría representar a una joven Campanilla.

"Hubo un tiempo que las mejores fiestas de Carnaval, no eran en Venecia, ni en Río de Janeiro, eran en mi casa", acompañaba a la imagen con este emotivo mensaje.

José Luis Gil es uno de los actores más queridos tanto en España como en Latinoamérica por sus trabajos en televisión y doblaje. De entre sus papeles más conocidos destaca primero su interpretación de Juan Cuesta en Aquí no hay quien viva y luego de Enrique Pastor en La que se avecina.

No han tardado en llegar los comentarios en los que los fans del actor mandaban un cálido mensaje de apoyo. "El más grande", "cómo te extrañamos en la televisión. Mejórate pronto. Vuelva señor Cuesta", "llegarán otra vez los buenos tiempos. Un abrazo a toda la familia y a tu padre. Le echamos de menos y le esperamos", se puede leer entre los muchos mensajes de la publicación.

Esta no es la primera vez que Irene comparte una cariñosa publicación con su padre como protagonista. El pasado mes de diciembre mostraba su agradecimiento a la Fundación Vivir dos veces "por su trabajo y su esfuerzo para ayudar a los pacientes con Daño Cerebral Adquirido y sus familias".

"Su labor y acompañamiento en esta segunda vida, es muy importante. Hemos aprendido a prepararnos para morirnos, pero no estamos preparados para enfermar. Las situaciones a las que te enfrentas, la burocracia y los trámites para poder acceder a cualquier ayuda, la incertidumbre, son fatales", decía en una foto junto a su padre.