Primicia: Paulina Rubio impide a su hijo reunirse en España con Colate

Este 31 de diciembre, Nico Vallejo-Nágera, el hijo de Paulina Rubio y Colate, que tiene 14 años, debía aterrizar en Madrid para despedir el año 2024 con su padre y la familia paterna en Pedraza (Segovia), donde además vive su abuela paterna. Pero el niño no viene aunque tenía un billete y destroza la enorme iliusión de Colate por encontrarse con el hijo al que vio por última vez el pasado 28 de octubre en el aeropuerto de Barajas, en medio de un escándalo monumental, en el que llegó a intervenir la Policía Nacional a instancias de la mexicana, que consiguió llevarse a Nico a Miami. Aunque su hijo, llorando a lágrima viva, manifestó su deseo que quedarse a vivir en España con su padre.

Nico llevaba viviendo con Colate todo el verano, feliz con su nueva vida en Pedraza, el pueblo de Segovia donde iba al Instituto, donde jugaba en la calle con la libertad que no tiene en Miami y en el que quería quedarse para siempre junto a su familia.

Pero Paulina no lo consintió a pesar de los deseos que manifestó su hijo ante los jueces y acabó viniendo a Madrid para llevárselo. La ley le dio la razón, Nico regresó a su vida en Miami, pero apenas tiene contacto con su padre y todo son obstáculos para que Nico llame y se comunique con Colate.

Sin embargo, los acuerdos que Paulina y su ex marido firmaron en su momento, siguen vigentes. Tienen la custodia compartida del niño y así debería cumplirse, viviendo con su padre y su madre alternativamente. Además, a los 14 años, cumplidos hace unas semanas, podía, según las leyes norteamericanas, expresar ante el juez con quién desea vivir, si con su padre o su madre, pero parece que para no enrarecer más unas relaciones tan conflictivas, padre e hijo han decidido posponer esa elección manifestada ante los tribunales.

Los abogados españoles y americanos de Colate están estos días de fiesta, prácticamente inoperantes, y todos los esfuerzos del padre por hacer cumplir a Paulina el derecho de Nico a estar en estas fiestas con su padre han sido inútiles. No podrá ver a su hijo esta Navidad porque además, como vicepresidente del Club Deportivo Badajoz, Vallejo-Nágera tiene obligaciones en España, donde además se dedica a un negocio de importación. Pero sabe que algún día el niño estará en España para siempre.