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Beatriz Cortázar descubre las nuevas amistades españolas de Fabiola Yañez, la ex primera dama argentina víctima de maltrato

Había expectación y había mucho misterio en saber la identidad de una de las invitadas que este fin de semana iba a venir al Sicab para la entrega de sus premios anuales. Nadie quería dar el nombre, pero después de saber que finalmente no podía acudir por encontrarse su hijo enfermo, se filtró que la sorpresa era la exmujer del presidente de Argentina, Fátima Yáñez, la misma que le denunció por maltrato y que decidió refugiarse en Madrid junto a su madre y alejada de todas las personas que la tienen en el punto de mira en Argentina.

Un imprevisto hizo que nos quedáramos sin conocer a esta mujer que ha acaparado todos los titulares en Argentina, y que vive con bastante angustia y miedo una nueva faceta de su vida en la que apenas puede confiarse en nadie. Uno de los responsables del Sicab, Jaime Molina, la invitó a través de otro amigo para que acudiera a la gala y pudiera codearse con parte de los asistentes e incluso los invitados de esta última edición, entre los que se encontraban la campeona de bádminton Carolina Marín o la diseñadora de moda flamenca Rocío Peralta.

Pero como decía, su hijo pequeño se despertó malito y declinó este viaje que hubiera sido su primera presencia social desde que se instaló en la capital española antes del pasado verano. La pregunta que muchos se hacen ahora es cómo iba a llegar Fatima Yáñez al SICAB de Sevilla y la respuesta viene de manos de todo un señor, un hombre muy atractivo, de una familia muy conocida y de costumbres refinadas a quien ha conocido gracias a unos amigos comunes y con quien ya se ha visto en más de una ocasión.

Su nuevo amigo me asegura que no hay ni va a haber absolutamente ningún tipo de relación sentimental, pero sí una amistad y hasta una cierta preocupación por todo lo que está viviendo Fatima Yáñez. Sus primeras conversaciones siempre han girado en torno a Argentina, ya que este amigo español nació precisamente allí cuando su padre era embajador y ha viajado en continuas ocasiones a ese país con el que tantos lazos mantiene. A sus 43 años, Fatima Yáñez sabe que no puede confiar en casi nadie, vive con escolta y teme muchos movimientos porque han sido varias las amenazas que ha recibido después de denunciar el maltrato que vivió durante su matrimonio con el mandatario argentino.

Aunque estaba instalada en una casa en uno de los barrios con más solera de Madrid, actualmente se ha tenido que mudar a un pisito más discreto con su madre y su hijo, ya que tampoco su situación económica es tan bollante como la que tenía hasta hace un tiempo cuando recibía la manutención. Por eso son tan importantes estas nuevas amistades y el grado de confianza que alcanzan porque en estos momentos se siente segura con muy pocas personas y se fía de casi nadie o nadie. Una pena porque me habría encantado poder conocerla en Sevilla pero siempre nos quedará Madrid como refugio de una mujer que hoy vive con miedo y con la esperanza de que poco a poco vaya recuperándose de tanto dolor y rehaciendo su vida gracias a amigos, fieles, discretos y desinteresados, como la persona que actualmente le acompaña en algunos reuniones privadas.

Fabiola Yañez y Alberto Fernández
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