Al entorno de Caritina Goyanes le acecha un inmenso dolor. La hija de Cari Lapique y Carlos Goyanes falleció este lunes a causa de un infarto solo 20 días después del adiós a su padre y a las horas de morir su tío Tito. Tenía solo 47 años, y su marcha ha pillado por sorpresa a sus seres queridos, que ahora se apoyan los unos a los otros y lloran esta pérdida, ya sea en el tanatorio, en Málaga, como en las redes sociales. Una muestra de ello es el último post de Sara Carbonero.
La periodista, de 40 años, ha publicado un texto recordando a la empresaria, a la que guarda mucho cariño. "Conocí a Caritina porque compartimos juntas varios momentos. El más especial, que nunca olvidaré, el bautizo de mi hijo Martín, donde ella fue la encargada de que todo saliera perfecto, con tanto mimo y detalle...", ha avanzado.
La comunicadora lamenta que Caritina se haya marchado tan pronto. "La noticia de su partida, tan joven, cariñosa, mami, gran profesional. Tan joven... Me encoge el corazón. No hay palabras de consuelo. Todo mi ánimo y mi cariño a su familia. Descansa en paz", ha señalado. Unas palabras que llegan pocos días después de anunciar el fallecimiento de una de sus mejores amigas. "Nunca, nunca te vamos a olvidar. Va a ser muy difícil vivir sin ti. ¡Qué puto dolor! Qué injusto", escribió desde Senegal en sus redes sociales.
La muerte de Caritina sigue causando consternación -muestra de ello es el sufrimiento de Lolita Flores en pleno directo televisivo, pues se enteró de la noticia en TardeAR-. Son numerosos los rostros que rabian por lo sucedido, aunque ninguno de ellos sufre como Cari Lapique. La madre de Caritina se enteró del fallecimiento de su hija mayor en Mallorca, donde se había desplazado tras enviudar para vivir en paz su duelo junto a su hermana, viuda, a su vez, de Alfonso Cortina.
Ambas cogieron el primer avión para llegar lo antes posible al tanatorio San Pedro de Alcántara, donde tuvo lugar el responso por el alma de Caritina a las 23.00 h. La hora, inusual, a petición del viudo, Antonio Matos, que quería esperar la llegada de su suegra para comenzar la despedida. Según Beatriz Cortázar, el empresario manifestó el deseo de que sea ella la que decida cómo y cuándo dar el último adiós a su hija.
La empresaria, que se encontraba en su casa, comenzó a encontrarse mal a mediodía. Su estado fue empeorando y su marido decidió llevarla rápidamente al hospital más cercano, pero los servicios de emergencias no pudieron hacer nada por salvar su vida. Había sufrido un infarto y ya no tenía pulso. Cari deja dos hijos: Pedro, de 13 años, y Mini Cari, de 10. El dolor de sus familiares y amigos es inconmensurable. La recuerdan como una mujer muy trabajadora, feliz, enamorada y muy religiosa. Estaba muy unida a su hermana Carla, que ha llegado al tanatorio acompañada por su marido, Jorge Benguría, y se ha abrazado entre lágrimas a su cuñado, Antonio, ahora viudo de Cari.
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