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¿Es la esposa de Puigdemont con sus trucos de magia quien ha diseñado su desaparición?: Me casé con una bruja

  • El catalán, tras casi siete años de exilio en Bélgica, ha anunciado su intención de regresar a España y acudir a la investidura de Salvador Illa

Tras su regreso a España tras siete años en el exilio, Carles Puigdemont ha sido recibido, este jueves 8 de agosto, entre 3.500 independentistas catalanes y a primera hora de la mañana ha hecho su primera declaración pública en la Ciudad Condal: "No sé cuando nos volveremos a ver", ha dicho en el Passeig Lluís Companys. Ha vuelto para la investidura de Salvador Illa en el Parlament de Cataluña y, ante la posibilidad de una detención, horas después se encuentra en paradero desconocido.

Los Mossos d'Esquadra no han detenido al expresidente de la Generalitat a su llegada al Parque de la Ciudadela y posteriormente han puesto en marcha la conocida como Operación Jaula. Después de casi cuatro horas de búsqueda por todos los principales accesos y salidas de Barcelona y Cataluña, los Mossos d'Esquadra, antes de las 14:00, han desactivado la operación, sin encontrarle.

Así es su mujer, Marcela Topor

Cada una de sus decisiones, Puigdemont las consulta con Marcela Topor. Es su compañera de vida desde que hace más de veinte años el político independentista sintiera el flechazo de la rumana, estudiante de filología y actriz, que vino a España desde Bucarest para participar en un festival de teatro que dependía de él.

Puigdemont, de 61 años, y Topor, de 47, se casaron hace más de dos décadas por el rito ortodoxo y tras convertirse en la señora de Pucho se pasó al periodismo, por supuesto, ejerciendo en los medios en donde trabajaba su esposo. Fue contratada como presentadora del programa Catalan Conections, del Punt Avui TV.

Cuando llegó de Rumanía, su país de origen, ni siquiera hablaba catalán, e hizo un curso intensivo. Ahora, como ya imaginan, es la defensora número uno del idioma de su marido y en sus artículos insta a que España, que tiene la presidencia rotatoria del consejo de la UE, haga que el catalán sea idioma oficial en Europa.

Topor y la magia

A la mujer de Puigdemont se le atribuye ser aficionada de la magia y la mística desde que era pequeña. "Es una especie de maga", declaraban amigos cercanos en a ella en La Razón. Aseguran que predice el futuro en función de la naturaleza y que, además, su marido comparte sus creencias. Compañeros de colegio revelaron también que le gustaba vestirse de nigromante y leer libros de magia. Hay que recordar, al mismo tiempo, que el viaje de novios de los dos transcurrió por las tierras de Transilvania, cuna del mítico conde Drácula.

Carles y Marcela tienen dos hijas, María y Magali. La familia tiene una lujosa casa de 250 metros cuadrados en Villa Golf, en la localidad de Sant Julià de Ramis. Tiene jardín y tres plantas y el matrimonio la compró en 2003.

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