Tercera y última sesión del juicio contra Dani Alves. Este miércoles ha finalizado el procemiento en sala con la declaración del acusado, que se ha roto al confesar que apenas le quedan 25.000 euros en el banco: "Estoy arruinado, lo he perdido todo: mi contrato con los Pumas, los patrocinios, la publicidad... Todo", ha dicho entre lágrimas el futbolista.
La declaración de Alves se ha hecho esperar. Tanto que periodistas y auxiliares de la sala sospechaban que podría ser pospuesta para este jueves. Finalmente, a última hora de la tarde, el brasileño ha declarado frente a la magistrada y ha ratificado su última declaración (la quinta), en la que aseguró que la noche del 30 de diciembre de 2022 actuó bajo los efectos del alcohol: "Había bebido vino y whisky", ha dicho. Unas palabras que responden a la estrategia marcada por la defensa, que pretende utilizar el alcohol como atenuante del delito, y en las que insistieron también Bruno (el mejor amigo de Dani, que declaró el lunes) y su esposa Joana Sanz: "Cuando llegó a casa apestaba a alcohol, se chocó contra la mesita y se desplomó sobre la cama", declaró el martes.
Este miércoles, Alves ha insistido en que no agredió sexualmente a la joven de 23 años en la discoteca Sutton: "Fue sexo consentido. En ningún momento me dijo que no", ha asegurado. Afirma que la actitud de la chica fue cómplice, que ella llevó la iniciativa y que incluso "perreó" con él antes de que la invitara a pasar a los baños.
Nueve años de prisión
El que fuera jugador del F.C Barcelona está acusado de presunta agresión sexual. Los hechos sucedieron el 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de Barcelona, cuando estaba de juerga con amigos. Conoció a unas chicas e invitó a una de ellas a pasar a un baño donde, según la declaración de la víctima, la forzó a mantener relaciones sexuales con penetración. Aportó, como pruebas, declaraciones de testigos (como los Mossos o el personal de la discoteca), el informe médico y las imágenes de las cámaras de seguridad del establecimiento.
Alves, por su parte, dio hasta cinco declaraciones diferentes: en la primera, negó conocer si quiera a la chica. En la última alega que mantuvo relaciones "consentidas" y que él actuaba bajo los efectos del alcohol. Lleva 13 meses en prisión preventiva en la cárcel de Brians II y se enfrenta a una pena de nueve años de cárcel, además de una indemnización de 150.000 euros a la víctima que ya ha depositado en el juzgado. Su defensa pide la absolución.
La ruina del futbolista
El brasileño gozaba de una excelente situación financiera tras décadas en la élite deportiva pero sus problemas con la justicia le han generado un importante desembolso, principalmente por los honorarios de los diferentes abogados que le han defendido hasta el momento. Además, hay que recordar que los Pumas de México rescindieron su contrato con el futbolista pocos días después de saltar a la luz el escándalo, por lo que hace ya más de un año que Alves no recibe salario alguno.
La abogada aportó el lunes un certificado para demostrar que su capacidad económica se ha visto mermada tras ser acusado de un delito tan grave. En el citado documento, se puede leer que tiene un saldo negativo de 20.000 euros en una cuenta brasileña, así como una deuda con la Agencia Tributaria de más de 50.000 euros.
