En pie de guerra. Arantxa Sánchez Vicario ha entrado en los Juzgados de Barcelona esquiva y callada y ha declarado ante la jueza al borde de las lágrimas. Su ex marido, Josep Santacana, ha llegado más tranquilo. Llevaba una mochila y se ha parado a hablar con los medios. Ambos se han personado este martes 12 por la mañana ante el juez para declarar por un presunto delito de alzamiento de bienes con el objeto de evitar un embargo. Acumulan una deuda de 6,1 millones. La Fiscalía pide para ellos 4 años de prisión. Un momento durísimo para la ex tenista, cuyo relato sobre su precaria situación económica en una entrevista en El País choca frontalmente con la versión de su ex, que asegura que Arantxa vive en Miami "en un apartamento de lujo".
Santacana ha lanzado más detalles sobre el piso de la ex tenista: "Está en la bahía de Miami, a 200 metros de la casa de Enrique Iglesias". Y más aún: allí vive con sus hijos, Arantxa, de 14 años y Leo, de 11. "Insiste en llevarlos a un colegio privado", ha revelado al diario. El ex marido da la otra versión: "Arantxa tiene sociedades, dinero e inmuebles (...) Tiene su patrimonio oculto". Además, asegura que nunca lo ha administrado: "Todo lo llevaba su familia".
En la entrevista hace una reflexión sobre la razón que le ha llevado a Sánchez Vicario a responsabilizarle de la deuda millonaria. "Es por despecho". Por el matrimonio que se frustró en 2018 y que acabó en un complicado proceso de divorcio.
La versión de Arantxa
Nada que ver esta realidad con la fotografía fija que ella hizo de sí misma en el mencionado periódico sobre los apuros financieros que atraviesa. "Saco adelante a mis hijos gracias al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando". Una situación que levantó las alarmas. "Con lo que he ganado, no poder vivir del tenis es un golpe muy duro que no me esperaba. Mi error fue enamorarme. Mi marido me la jugó. Pero no voy a tirar la toalla. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal que seguiré haciendo toda mi vida", dijo Arantxa. Estas dos versiones antagónicas cobran todo el foco ahora que acaba de comenzar el juicio contra ambos por un presunto delito de alzamiento de bienes.