Es una de las exclusivas mejor pagadas de los últimos tiempos por la enorme expectación que genera Tamara Falcó. La boda de la marquesa de Griñón copa titulares en medios escritos (de corazón y no corazón), en programas de televisión de todo tipo y es comidilla en los supermercados, en la cola del paro, en la panadería o en la parada del bus.
Carmen Lomana ya dijo que la hija de Isabel Preysler podría casarse con el mismísimo "Lucifer" que, por este dinero, cualquier unión merece la pena. Así las cosas, la revista del saludo le pagará más de un millón de euros por la exclusiva de su boda. Las marcas que patrocinan el enlace se frotan las manos por la repercusión que va a tener. Es la celebración del año: empezó este viernes 7 de julio con la preboda (imagen inferior), continúa este sábado con la boda a las siete de la tarde y termina el domingo con la post boda.
Ahora bien, para que nada se vaya al traste, la exclusiva se ha blindado con una serie de condiciones que deben cumplirse. Por un lado, los inminentes marido y mujer enviaron un correo a sus invitados dejándoles claro que el móvil no se podría utilizar durante las celebraciones. Esto decía el mensaje: "Para mantener la privacidad de la boda, los teléfonos móviles serán custodiados en consigna a vuestra llegada. Si cualquier invitado necesita ser contactado no dudéis en facilitar nuestro teléfono de atención para que podáis ser localizados. Además, habrá una zona habilitada para poder hacer uso de vuestros teléfonos móviles en cualquier momento", leyó Jesús Reyes en Antena 3 hace unos días.
Por otro lado, este sábado, horas antes de la boda, han asegurado en Telecinco que los invitados han tenido que ser acreditados como si del acceso a un exclusivo evento se tratase. De esta forma, todos y cada uno de los 400 invitados están debidamente identificados. Nada de topos.
Por último, han señalado que los trabajadores que hacen posible la boda han tenido que firmar un contrato de confidencialidad para no irse de la lengua.
La historia de Tamara e Íñigo
Juntos desde 2020, en septiembre del año pasado anunciaron boda pero, solo un día después, el vídeo del ingeniero besando a otra mujer en un Festival de Nevada dinamitó el compromiso. Sin embargo, en plenas Navidades, los dos se reconciliaron y siguieron adelante con sus planes de boda, hasta mañana que se dan el "sí, quiero".
En este tiempo, también han hecho frente a otros 'contratiempos': al varapalo de Tamara con Sophie et Voilà (finalmente la vestirá Carolina Herrera); al robo de las joyas de algunas invitadas el pasado fin de semana; y a la tempestad desatada por las palabras de la mujer que dijo haber tenido algo con Onieva en marzo del año pasado. Pese a todas estas señales que parecen decirle a la marquesa que recoja cable y no se case, ella va para adelante...
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