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El terrible detalle estético que Tamara Falcó ha pasado por alto y que tendrá muy cerca al darse el 'sí, quiero'

A escasos momentos para que Tamara Falcó e Iñigo Onieva se den el sí quiero, cobra especial relevancia la persona que más cerca va a estar de la marquesa de Griñón cuando se convierta ante Dios en la esposa de Íñigo Onieva.

Hablamos del sacerdotes que les casa. Bien es sabido que la novia es una mujer muy creyente, como ella misma se ha hartado de repetir. Por eso, para la hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón lo más importante este sábado no es el negociaco de la exclusiva, que le reportará pingües beneficios, ni siquiera la noche de bodas y pasión que le espera con su marido, sino el sacramento que la unirá en matrimonio con el picaflor de Onieva, domesticado ahora y reconvertido en fiel y piadoso enamorado. Pero para santificar esta unión ante los ojos de Dios en la ceremonia religiosa participan tres sacerdotes, todo ellos cercanos a Tamara.

El padre Miguel Cruz es el religioso que oficiará, el elegido para el enlace. Es conocida la estrecha relación de amistad y confianza no sólo lo con la contrayente sino con buena parte de la familia de la aristócrata. Pero por lo que hemos visto en sus intervenciones televisivas el religioso no parece cuidar su estética personal como la mujer que va a casar. Toda España ha podido comprobar que el sacerdote exhibe una dentadura amarillenta, detalle muy alejado de la cuidada estética que rodea todos y cada uno de los aspectos y personajes del acontecimiento.

El problema de este religioso, como todo el mundo sabe, tiene fácil solución porque los blanqueamientos dentales son asequibles y totalmente habituales. Incluso sorprende que la propia Tamara, tan atenta para la estética y todo lo que rodea las cuestiones de imagen, no haya reparado en esta cuestión, y más, teniendo en cuenta la gran confianza que mantiene con la persona que va a convertirla en una mujer casada. Tamara podría incluso haber tenido con su amigo sacerdotes el detalle de regalarle el tratamiento: la fe y el respeto al cura no están reñidos con la estética y menos con la salud.

No olvidemos que el padre Miguel Cruz, además de ser protagonista indiscutible de esta boda, aparecerá en las fotografías, si bien no es descartable que en Hola veamos un blanqueamiento dental, vía Photoshop, que convierta el amarillo de los dientes del sacerdote en un blanco nuclear. El cura es ya, desde hace días, una estrella televisiva, ya que se ha prestado a entrevistas en Telecinco, intervenciones donde percibimos su problema.

"Siempre es bueno acompañar a los amigos en los momentos alegres", declaró en el espacio de Sandra Barneda. El consejero espiritual de la marquesa ha puesto su granito de arena mediático con sus declaraciones y ha sumado más expectación si cabe al acontecimiento. El padre aconsejó a los novios "descanso y relajación" antes de la ceremonia.

No es el único sacerdote que estará celebrando la boda. En la misa también estará el padre Ángel, que conoce a la marquesa de Griñón desde su infancia. "Con Tamara me unen muchas cosas. Cuando era una niña, en una hucha reunió mucho dinero para otros niños", dice.

Fundador y presidente de la ONG Mensajeros de la Paz, ha descrito su papel en la capilla del Palacio del Rincón (Aldea del Fresno, Madrid). "He estado en las alegrías y en las penas de la familia y estoy feliz de estar en esta boda, pero será el padre Cruz quién hará las preguntas. Nosotros estaremos ahí para rezar".

Ganador del premio Príncipe de Asturias de la Concordia, el padre afronta el enlace como muchos invitados: "Vamos a estar nerviosos hasta los curas", bromea. También estará el padre José Luis, de la diócesis de Valencia.

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