Fiestón en casa de Íñigo Onieva antes de la boda: música alta, comida a domicilio y amigotes

Aunque Tamara Falcó ha intentado que se aleje cada vez más de la fiesta y más a la misa, lo cierto es que el empresario madrileño es incapaz de renunciar a su idiosincrasia.

Tanto es así que este viernes, Íñigo Onieva continuó la fiesta sin la marquesa de Griñón, que se fue para Villa Meona sobre las doce y media de la noche. Fue el último en abandonar la fiesta posterior a la preboda, celebrada en el Hotel Ritz de Madrid: "Iba contento". 

Este sábado, antes de poner rumbo a 'El Rincón' para darle el "sí, quiero" a su enamorada, también se ha mostrado muy animadillo en su propia casa. Tanto es así que en Telecinco han asegurado que la música estaba tan alta que se escuchaba desde la calle. Los repartidos de comida a domicilio, además, han servido al diseñador de coches y a sus amigos de alimentos y bebida para que no les falte de nada. 

Sea como sea, lo cierto es que el futuro yerno de Isabel Preysler tiene hasta las cinco de la tarde para enfundarse en su traje de novio con su mejor cara. A esta hora, la revista de cabecera de su futura esposa tiene previsto empezar con el reportaje fotográfico de su valiosa exclusiva. La ceremonia religiosa empezará a las siete y será oficiada por el padre Cruz, guía espiritual de Tamara, en uno de los patios del palacio el Rincón.

Juntos desde 2020, en septiembre del año pasado anunciaron boda pero solo un día después el vídeo del ingeniero besando a otra mujer en un Festival de Nevada dinamitó el compromiso. Sin embargo, en plenas Navidades, los dos se reconciliaron y siguieron adelante con sus planes de boda, hasta mañana que se dan el "sí, quiero".

En este tiempo, también han hecho frente a otros 'contratiempos': al varapalo de Tamara con Sophie et Voilà (finalmente la vestirá Carolina Herrera); al robo de las joyas de algunas invitadas el pasado fin de semana; y a la tempestad desatada por las palabras de la mujer que dijo haber tenido algo con Onieva en marzo del año pasado. Pese a todas estas señales que parecen decirle a la marquesa que recoja cable y no se case, ella va para adelante...

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