Peluquería, retoques en el color de pelo, detalles con la prensa, unas pastas de chocolate en nombre de la pequeña Ana Sandra... Ana Obregón, recién aterrizada en Madrid procedente de Miami, está en modo promoción con todo el mundo. Se prepara para su momentazo: la presentación ante los medios del libro póstumo de su hijo, El chico de las musarañas. En estas primeras palabras antes los micrófonos españoles, la actriz y presentadora ha lanzado a su ex, Lequio, un conciliador "Alessandro aquí tiene la puerta abierta" para conocer a su nieta, Ana Sandra. Estas palabras llegan después de que el italiano haya zanjado este escabroso asunto con un rotundo: "Ahora no es el momento de conocerla. Hay mucho ruido, y yo lo que quiero es paz y tranquilidad, relax y discreción. No quiero ruido."
Si Alessandro no quiere ruido, va a tener que esperar mucho. El próximo 7 de junio Ana presenta ante la prensa el libro póstumo de su hijo, El chico de las musarañas. Va a ser para ella su gran momento mediático. El ruido va a ser máximo. "Un respeto al yayo", ha comentado Lequio en El programa de Ana Rosa. "Ya he hablado, no voy a decir más", ha zanjado haciéndose fuerte en su silencio.
Enrocado en el 'no'
Parece que a Ana le ha sentado mal esta negativa de su ex, que se cierra en banda a conocer a su nieta, recién llegada de Miami. Obregón, completamente volcada cuerpo y alma en su pequeña, no alcanza a comprender esta negativa de Alessandro, enrocado en el 'no'.
El italiano estuvo, desde el minuto uno, en desacuerdo con esta gestación subrogada que contrató Ana aportando el semen de su hijo de ya fallecido. "No escuchó a Ana", que hizo "lo que le dio la gana". Por eso, "están tan distantes", deslizó el entorno a La Razón.
Hace solo unos días, la actriz llegaba a Madrid con su hija-nieta y la niñera. La bióloga ha querido agradecer el cariño de la prensa deteniendo su coche a las puertas de su urbanización de La Moraleja para hablar de su regreso y de la niña que le ha "vuelto a la vida".