Ana Obregón, tras dos días en Madrid con la pequeña Ana Sandra, ha salido de su casa de La Moraleja para hacerse "el color del pelo". Acompañada por sus hermanas en el coche, ha respondido a las preguntas sobre su nueva vida en Madrid con la pequeña, que está siendo cuidada en casa por ella y la niña que se ha traído de Miami y ha contratado de forma indefinida.
"Os he comprado unas pastas en nombre de Anita (...) He dejado a Anita, me he ido a hacer el color del pelo. Para comértela. Solamente quería agradeceros a todos el cariño y el amor y que os alegréis de que haya vuelto a vivir", ha asegurado ante los compañeros periodistas. Sobre la documentación que tiene que arreglar para que Ana Sandra tenga DNI español, ha dicho: "Eso ya veremos. Anita es española de corazón".
Por otro lado, ha respondido a la gran incógnita, la de si Alessandro Lequio finalmente visitará o no a su nieta: "Alessandro aquí tiene la puerta abierta", ha recalcado.
La protagonista de Ana y los 7 regresó este miércoles a España con la pequeña Ana Sandra, nacida por vientre de alquiler en Miami el pasado 20 de marzo y gracias a las muestras de esperma conservado de Aless. Abuela y nieta se encuentran instaladas en la casa de La Moraleja de la actriz y, aunque la pequeña dormirá primero con su abuela en el cuarto principal, cuando llegue el momento pasará a dormir en la habitación que un día fue de Aless Lequio, tal y como la propia actriz desveló en su entrevista de la revista del saludo.
Lea también - Ana Obregón dijo que hablaba a diario con Lequio: ¿Y él no tenía "ni idea" de su regreso?
En su libro, El chico de las musarañas, Ana explica que la última voluntad de su hijo fue la de tener descendencia incluso después de la muerte. Asegura que se lo pidió tanto a ella como a su padre en el lecho de muerte. Lequio, no obstante, todavía no ha confirmado la versión de la presentadora y sus escuetas intervenciones en El programa de Ana Rosa han hablado por sí solas. Simplemente se contiene y se limita a decir que no habla porque es lo que le gustaría a su hijo, que siempre fue un muchacho muy discreto con su vida personal, al contrario que su madre.
Sobre si tiene intenciones de conocer a la niña, él mismo respondió también este jueves desde el sillón donde colabora: "Yo lo que quiero es paz y tranquilidad. Relax, discreción, no quiero ruido, silencio. Ahora no es el momento, mucho ruido (...) Yo tengo una familia con la estoy feliz y una hija [Ginebra Ena] que tengo que educar. Estoy focus ahí. El resto ya se verá". También bromeó: "Que dejen al yayo tranquilito ya".
