Las Salesas es un imán. Todo pasa en este emblemático barrio reconvertido en centro gastronómico de la capital. En el número 30 de la calle Barquillo, a un paso de la calle Alcalá, NOS deleita con su cocina viajera, con una carta que fusiona recetas internacionales con raíces venezolanas, las de su chef, Luis Alejandro Hernández. El cocinero recrea en Madrid su experiencia acumulada a lo largo de su trayectoria profesional en Colombia, Bolivia, Perú y Chile. Recetas de pura esencia latina, provocadoras y deliciosas, que van acompañadas por una cuidadosa selección de vinos y una carta de cócteles.
Desde los comienzos de su andadura madrileña, hace solo tres meses, este restaurante renueva ahora su catálogo de platos que nos sorprenden como un viaje gastronómico allende los mares por América Latina. Entre las nuevas incorporaciones destacan la Ostra nº2 de Poget Speciale de Normandía. Llega a la mesa con sidra de ají amarillo. También, el suquet potente de gamba austral estilo ramen con pasta al huevo.

NOS
La robata japonesa
Seguimos por el curry de maíces y chile morita con pollo cocinado en la robata. Se trata de una técnica culinaria japonesa a la parrilla de carbón que se utiliza para cocinar alimentos a altas temperaturas. Aporta un toque de sabor único y una textura exquisita a las carnes. En la sección cárnica encontramos el tiernísimo entrecot Simmental Bavaria, que va servido con chimichurri argentino y guasacaca venezolana (salsa con ají, aguacate, cebolla, perejil, aceite y vinagre); asado negro de carrillera melosa de vaca con yogurt libio y papas al wok; brioche de steak tartar de vaca rubia gallega, ají cascabel y huevas; tortellini de gamba blanca de Huelva, consomé de jamón y huevo de trucha; zanahorias asadas con ricotta de oveja, praliné de avellanas y aromáticas; y tacos de picaña madurada, bimi a la brasa y queso Idiazabal.
Más opciones: los tiraditos de pescado (blanco) con mango, leche de tigre de mandarina y pimientos asados. Del mar, chipirones al wok, ase chifa, cremoso thai y hierbas frescas; y mero negro asado en hoja de plátano. Llegamos al postre. Para coronar la mesa elegimos entre la irresistible torrija de maíz dulce y salsa inglesa; el ruibarbo confitado, yogurt, miel y flores de saúco; y el cremoso de chocolate, helado de plátano y cacahuete.