Felipe Juan Froilán de Todos los Santos cumple hoy, 17 de julio, 27 años. Lo hace alejado de la vida pública, residiendo en Abu Dabi desde hace dos años, donde Froilán ha encontrado un entorno más tranquilo y, según aseguran quienes le conocen, una rutina alejada del foco mediático que durante tanto tiempo le persiguió.
Hijo de la infanta Elena y de Jaime de Marichalar, Froilán fue el primer nieto de los entonces reyes Juan Carlos y Sofía. Desde su nacimiento, en 1998, ocupó titulares y acaparó flashes. "Hizo mucha gracia su llegada, se le fotografió mucho, se hablaba constantemente de él y de sus padres, y desde el primer momento fue un niño polémico", explica la periodista Pilar Eyre en su canal de YouTube.
La vida de Froilán nunca fue sencilla, pese a lo que muchos podrían imaginar. "La gente piensa que tuvo una infancia dorada, pero realmente fue una infancia desgraciada", asegura Eyre, que en los últimos meses ha analizado la vida de los ocho nietos de los reyes eméritos. En el caso de Froilán, los conflictos familiares marcaron su desarrollo desde pequeño.
Su relación con su padre, Jaime de Marichalar
Su relación con su padre, Jaime de Marichalar, es prácticamente inexistente desde hace años. Eyre recuerda cómo el ictus que sufrió Marichalar en 2001 cambió el carácter del aristócrata, volviéndose, según sus palabras, "mucho más irascible". Esa transformación generó tensiones en la familia y una infancia complicada tanto para Froilán como para su hermana, Victoria Federica. La distancia emocional entre Froilán y su padre se mantiene hasta el día de hoy.
En cambio, el vínculo con su madre, la infanta Elena, es muy estrecho. Fue precisamente ella quien tomó la decisión de enviarlo a Abu Dabi junto a su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I, en un intento por alejarlo de los escándalos mediáticos que lo rodearon en España durante su juventud. Froilán protagonizó varios episodios polémicos en los últimos años: desde peleas en locales nocturnos hasta controversias en fiestas privadas. Sin embargo, según Pilar Eyre, la mayoría de esas situaciones no fueron provocadas directamente por él. "A Froilán se le buscaba. Iban a provocarle porque era el nieto del rey. Es fiestero, le gusta salir, pero no todas las peleas eran culpa suya", matiza la periodista.
En Abu Dabi, Froilán ha encontrado estabilidad. Trabaja como junior en una multinacional del sector energético vinculada a la familia reinante de Emiratos, aunque su entorno prefiere mantener el anonimato de la empresa. Comparte piso con un amigo español, y lleva un estilo de vida discreto, alejado de los lujos que muchos podrían imaginar para un miembro de la realeza. Su salario es modesto, aunque suficiente para cubrir sus gastos cotidianos y el alquiler del apartamento.
Además, está cursando un máster a distancia en una universidad estadounidense, compatibilizando su formación con su trabajo. Antes de incorporarse a esta empresa, Froilán trabajó en la organización de la Cumbre del Clima celebrada en Dubái, una experiencia profesional que, según su entorno, le ayudó a dar el salto a su actual empleo.

Este verano Froilán ha regresado a España
A pesar de su residencia en Abu Dabi, este verano Froilán ha regresado a España tras una larga temporada sin venir. Su idea es quedarse unas semanas, visitando a sus amigos y a su familia. Se moverá entre Madrid, Ibiza y Marbella, y no descarta hacer algún viaje al extranjero, aunque siempre con la vista puesta en regresar a los Emiratos para atender sus compromisos laborales. "Está contento", asegura su entorno. La vida le sonríe en Emiratos Árabes y, por ahora, no contempla volver a España de forma permanente. Froilán ha conseguido cierta estabilidad en una etapa de su vida en la que parece haber dejado atrás los titulares sensacionalistas. Eso sí, sigue bajo la mirada de los medios, aunque de forma mucho más lejana y respetando el perfil bajo que, por fin, ha logrado mantener. Hoy celebra sus 27 años, posiblemente sin grandes eventos públicas. El nieto mayor de los reyes eméritos ha encontrado un lugar en el mundo donde, al menos de momento, puede vivir sin el peso constante de ser "Froilán".