Casas Reales

Kate Middleton admite que deben cambiar cosas en la Familia Real británica

Kate Middleton ha sorprendido con unas declaraciones en las que admite que la Familia Real británica necesita adaptarse a los nuevos tiempos y cambiar ciertos aspectos de su funcionamiento. En un gesto poco habitual dentro de la rígida estructura monárquica, la princesa reconoce que no todo en la Casa Real puede seguir como siempre, subrayando la importancia de la empatía, la cercanía con el pueblo y la capacidad de evolución.

En un mundo cada vez más exigente con las instituciones tradicionales, las palabras de Kate Middleton no solo reflejan una autocrítica valiente, sino también una invitación al cambio. Y quizás, como futura reina consorte, esté sentando las bases para una monarquía más cercana, empática y preparada para el siglo XXI.

Durante una conversación con estudiantes de la escuela St Katherine's, en Bristol, acompañada por la atleta olímpica Dame Kelly Holmes, Kate confesó abiertamente que ser parte de la realeza "no fue algo que soñara desde niña", y que ha tenido que aprender a encajar, adaptarse y "luchar por sentirse aceptada". "Todavía estoy aprendiendo cada día", dijo, en una muestra de sinceridad que ha sido ampliamente aplaudida en redes sociales.

Una princesa cercana que rompe moldes

Kate Middleton, admirada por su elegancia discreta, su compromiso con causas sociales y su enfoque natural al trato con el público, explicó que en sus primeros años como miembro activo de la Familia Real fue reprendida por un hábito que no cumplía con el protocolo: hablar demasiado con la gente durante los actos públicos. "Me decían que me tomaba demasiado tiempo en los 'walkabouts' (recorridos a pie saludando a la gente), pero es que me gusta escuchar y conectar", comentó en una entrevista para conmemorar el 90 cumpleaños de la difunta reina Isabel II.

Esta cercanía espontánea ha sido uno de los rasgos distintivos de Kate como figura pública, muy en la línea de la recordada Diana de Gales. Sus visitas a escuelas, hospitales infantiles y organizaciones benéficas suelen dejar momentos entrañables, como su reciente interacción con una niña que la llamó "princesa de verdad" durante una visita en Gales. Kate no dudó en bajarse del coche oficial —rompiendo el protocolo— para saludarla personalmente.

Inspiración en la reina Isabel II y visión de futuro

A pesar de los desafíos, Kate reconoce el papel fundamental que jugó la reina Isabel II como mentora: "Me guiaba, me daba consejos y, sobre todo, me escuchaba". Sin embargo, también ha dejado claro que, aunque respeta la tradición, es consciente de que algunas costumbres deben revisarse. "Hay una verdadera necesidad de adaptación. Las generaciones cambian, y con ellas, nuestras formas de comunicarnos y representar", señaló.

Este enfoque progresista ha calado hondo en la opinión pública. De acuerdo con encuestas recientes, el 72 % de los británicos tienen una opinión favorable de la Princesa de Gales, lo que la convierte en una de las figuras más valoradas de la monarquía, incluso por encima del príncipe William y el rey Carlos III.

Un equilibrio entre deber y humanidad

Kate realiza más de cien compromisos oficiales al año mientras cría a sus tres hijos: George, Charlotte y Louis. Su papel ha sido especialmente relevante durante el proceso de transición de la monarquía tras el fallecimiento de la reina Isabel y el ascenso del rey Carlos al trono.

A través de sus palabras y gestos, la princesa proyecta la imagen de una monarquía más humana y moderna, donde la vulnerabilidad no es vista como una debilidad, sino como una fortaleza. "No todo está escrito en piedra", parece decir con cada paso.

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