Meghan Markle desata la polémica con sus exigencias para aparecer en la portada británica de Vogue: ni Beyoncé se atrevió a tanto

La relación entre Meghan Markle y Edward Enninful, exeditor de Vogue en Reino Unido -dejó su cargo en marzo de 2024-, está más que rota, especialmente después de las fuertes exigencias de la duquesa de Sussex para aparecer en las portadas de la revista en 2022. Al parecer, la mujer del príncipe Harry esperaba aparecer en una portada impresa, o al menos digital, pero sus demandas fueron imposibles de cumplir, lo que provocó el distanciamiento entre ambos.

Fuentes cercanas al entorno de Enninful han desvelado a Daily Mail que el exeditor ya tenía a otra famosa confirmada para la portada de ese mes, lo que provocó la ruptura total con Meghan. "El proceso se volvió muy complicado. Edward solo pudo ofrecerle un amplio reportaje dentro de la revista y en la versión online, pero ella lo rechazó", han asegurado en el citado medio.

Pero la cosa no se quedó ahí. Según explican, la duquesa exigió una portada global, que fuera simultánea en las ediciones británica y estadounidense, con control total sobre el fotógrafo, el redactor, la edición final, las fotografías y los titulares. "Un nivel de control que ni Beyoncé tiene", han reconocido.

Es más, aseguran que Markle intentó convencer, por sus medios, a la editora de Estados Unidos, Anna Wintour, mediante una videollamada, pero al final, no consiguió su cometido porque la publicación ya contaba con Serena Williams en portada. "Anna hizo la videollamada solo por cortesía", cuentan dichas fuentes al medio británico.

A pesar de la polémica, hay quienes defienden a la nuera del rey Carlos III y aseguran que Meghan nunca pidió oficialmente una portada en Vogue. Al contrario, sostienen que fue la propia revista la que mostró interés en la duquesa de Sussex, especialmente después de su boda con el príncipe Harry en 2018. De hecho, en 2019 fue invitada a protagonizar la portada del número especial Forces for Change de British Vogue, pero ella prefirió mantenerse al margen y participar como editora invitada.

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