Puede que les haya unido que son extremadamente pijos (Posh, o sea pija, es el apodo de Victoria Beckham) pero también es verdad que viven todos en este momento un clima tenso. Tanto medios británicos como norteamericanos aseguran que compartir vivencias de aislamiento familiar ha permitido a estos cuatro protagonistas encontrar consuelo en una relación construida desde la empatía y el reconocimiento de heridas comunes.
La cuestión es que el príncipe Harry (39) y Meghan Markle (43) han forjado una estrecha relación con Brooklyn Beckham y Nicola Peltz, motivada por las similitudes entre las complicadas situaciones familiares que atraviesan. Según fuentes citadas por tabloides ingleses, los duques de Sussex están brindando un respaldo constante y empático a ambos, con quienes comparten experiencias personales marcadas por tensiones con sus seres queridos más cercanos. La relación entre los cuatro se ha consolidado recientemente durante una cena en la residencia de los Sussex en Montecito, California. Brooklyn, de 26 años, y Nicola, de 30, viajaron desde Los Ángeles, donde residen, para participar en un encuentro que reunió a diversas personalidades del ámbito audiovisual. Sin embargo, varios testigos describen el vínculo entre ellos por la cercanía emocional y el entendimiento exhibido en la reunión.
Nicola y Meghan mantuvieron una conversación "profunda y significativa", al identificarse mutuamente con la percepción pública que las ha retratado como mujeres que interfieren en los lazos familiares de sus esposos. Ambas han sido blanco de fuertes críticas mediáticas, lo que generó una conexión natural entre ellas. "Meghan siente una gran simpatía por Nicola", reveló una fuente. "Ambas han sido objeto de comentarios similares en los medios, lo que facilitó un entendimiento sólido y sincero". Harry también mostró comprensión hacia Brooklyn, recordando su propio distanciamiento con la familia real británica. El hecho de que intercambiaran números telefónicos y hayan mantenido contacto desde entonces, indica una voluntad clara de fortalecer este nuevo vínculo. Algunos observadores ya han bautizado esta unión como "Beckxit", en alusión a la ruptura entre Harry y los Windsor.
Momento delicado para David y Victoria Beckham
Este acercamiento se produce en un momento delicado para David y Victoria Beckham, quienes organizaron múltiples celebraciones por el 50º cumpleaños del exfutbolista, a las que Brooklyn y Nicola no asistieron. Su ausencia fue interpretada como una señal de la distancia emocional que se ha instalado. Según se ha informado, prefirieron no acudir a los festejos para evitar coincidir con Kim Turnbull, actual novia de Romeo Beckham, con quien mantienen una relación tensa. Recordemos que Harry y Meghan no se llevan con Guillermo y Kate Middleton.
La relación entre los Sussex y los Beckham también ha atravesado dificultades. Años atrás, Meghan y Harry sospecharon que información privada fue filtrada a los medios desde el entorno de los Beckham, especialmente sobre una ayuda ofrecida por Victoria. Aunque ella negó categóricamente haber revelado detalles, David se sintió ofendido y desde entonces la relación se ha enfriado. David Beckham, que vivió en su juventud un distanciamiento significativo con su propio padre, teme que la historia se repita con su hijo mayor. Personas de su entorno aseguran que se encuentra emocionalmente afectado y desea con fuerza recuperar la conexión perdida. En este contexto, el entendimiento entre Harry, Meghan, Brooklyn y Nicola parece ofrecerles un espacio de confianza mutua. Aunque fuentes aseguran que el encuentro fue organizado con anterioridad y no como respuesta directa a los últimos acontecimientos, su significado simbólico es evidente. Mientras tanto, los Beckham han expresado públicamente su afecto por Brooklyn. David lo mencionó recientemente en un mensaje por el Día de la Madre en Estados Unidos, en un intento por reabrir el diálogo. No obstante, el distanciamiento persiste, y algunas personas del entorno de la familia señalan que Nicola ejerce una influencia significativa sobre las decisiones de Brooklyn respecto al contacto con sus padres y hermanos.
