El esperadísimo acto de conciliación entre el rey emérito Juan Carlos I y el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quedó en agua de borrajas. No hubo acuerdo entre ambas partes. Revilla no se retractó y Juan Carlos no se personó en los juzgados de Santander el pasado viernes 16. El siguiente paso era la vía judicial para un futuro litigio entre ambas partes. Y así ha sido. El padre de Felipe VI presentará una demanda contra el cántabro en los Juzgados de Madrid, tal y como ha publicado El Diario Montañés.
"No me retracto". Fue muy tajante Revilla ante los medios, a su salida de los Juzgados de Santander. Se reafirmó, además, que su postura no ha cambiado pese a la demanda. "Si me encontrara con él, le diría que me ha defraudado", dijo con contundencia. "Lo que tiene que hacer es pedir perdón y repatriar todo el dinero que tiene por ahí fuera", añadió en referencia a los fondos del emérito que durante años han sido objeto de controversia y debate público.

La ausencia del emérito al acto de conciliación no sorprendió ni al propio Revilla. Y eso que el padre de Felipe VI se encontraba en Sanxenxo (Pontevedra). Un día antes de la citación, el jueves 15, el propio Juan Carlos ironizaba ante la prensa sobre su posible presencia en Cantabria con un evasivo: "Hace mucho tiempo que no voy a Santander".
Como publicamos, con la fallida conciliación, la vía civil quedaba despejada para que el monarca interpusiera una demanda formal contra Revilla, una posibilidad que su defensa ya había contemplado como probable si no se alcanzaba un acuerdo extrajudicial. Según fuentes jurídicas cercanas al proceso, el equipo de Juan Carlos I considera que las afirmaciones del expresidente cántabro han sobrepasado los límites de la libertad de expresión y podrían constituir una vulneración de su derecho al honor.