A la noticia del presunto vínculo entre el soberano británico y el supuesto espía chino cercano al príncipe Andrés, se suma una nueva preocupación: un informe policial ha confirmado que la familia real británica ha sido el objetivo de más de 500 acosadores en los últimos tres años.
Entre tanto, el monarca se ha subido a su helicóptero rojo, valorado en más de 4 millones de euros, que adquirió hace unos meses para garantizar su seguridad, y se ha dirigido hasta el londinense Palacio de Kesington, donde en la residencia de Ivy Cottage vive su sobrina, la princesa Eugenia de York, junto a su esposo, Jack Brooksbank. Allí, tal y como recogen medios ingleses, ha sido recibido por Jack y sus dos hijos, August, de 4 años, y el pequeño Ernest, de tan solo un año.

Una mini escapada que ha llegado días después de las noticias que despertaron de nuevo preocupación por su estado de salud, pues hace poco más de una semana fue ingresado en el hospital por una reacción adversa al tratamiento oncológico y no por un agravamiento de su enfermedad de cáncer.
El padre de Guillermo de Inglaterra y el príncipe Harry regresó a Clarence House el pasado 28 de marzo tras someterese a varias pruebas. Es allí donde vive junto a la reina consorte, Camilla Parker Bowles, con quien el próximo 9 de abril celebra 20 años de matrimonio.
