Buckingham Palace actualiza el estado de salud de Carlos III y no son buenas noticias

En Highgrove, a 25 kilómetros de Londres. Allí continúa el rey Carlos III recuperándose del ingreso exprés que protagonizó el pasado jueves, cuando los efectos secundarios de su tratamiento contra el cáncer le obligaron a pasar la noche en el hospital. El achaque no fue grave, pero sí ha obligado a modificar la agenda oficial del monarca, que ha cancelado sus actos para esta semana: "Su Majestad debía recibir las Cartas Credenciales de los Embajadores de tres países diferentes esta tarde. Mañana tenía previsto cumplir cuatro compromisos públicos en Birmingham y lamenta profundamente no poder asistir a ellos en esta ocasión", ha comunicado una fuente de Buckingham Palace.

El padre de Guillermo y Harry de Inglaterra debe guardar reposo por recomendación médica y a pesar de su fuerte sentido de la responsabilidad, su salud es ahora lo primero: "Tiene la gran esperanza de que puedan reprogramarse a su debido tiempo y ofrece sus más sinceras disculpas a todos los que trabajaron tan arduamente para hacer posible la visita planificada", ha dicho la misma fuente a Hello.

Las noticias no son buenas pero desde palacio llaman a la calma. Aseguran que se trata de algo natural en el proceso de recuperación y que el estado de Carlos III, aunque delicado, no es grave. Prueba de ello es que la reina Camila mantiene su propia agenda oficial (fue la encargada de asumir la responsabilidad del rey durante su primera baja médica) y su hijo Guillermo continúa de vacaciones familiares fuera del país con Kate Middleton y sus tres hijos, una decisión que, por cierto, ha provocado multitud de críticas contra el heredero.

Hay que recordar también que el pasado sábado, Carlos III emitió un comunicado a través de sus redes sociales lamentando el terrible terremoto que sacudió este viernes la población de Myanmar y manifestó su cariño y solidaridad a todas las víctimas: "Al pueblo de Myanmar, mi esposa y yo nos sentimos profundamente conmocionados y entristecidos al enterarnos del devastador terremoto en Myanmar, con su trágica pérdida de vidas y terribles daños a viviendas, edificios y medios de subsistencia, sin mencionar la destrucción de pagodas sagradas, monasterios y otros lugares de culto", escribió. "Sé que el pueblo de Myanmar sigue soportando muchas dificultades y tragedias en su vida, y desde hace mucho tiempo he admirado su extraordinaria resiliencia y espíritu. En estos momentos tan difíciles y desgarradores, mi esposa y yo enviamos nuestro más sentido pésame a todos aquellos que han sufrido la profunda tragedia de perder a sus seres queridos, sus hogares y sus preciados medios de vida".