Casas Reales

La guardia pretoriana de Juan Carlos I quiere un cumpleaños tranquilo en Abu Dabi: familiares nada más

La infanta Elena con sus hijos, su hermana la infanta Cristina con su hijo Juan Urdangarin, y el rey Juan Carlos en la boda del alcalde Almeida el pasado mes de abril en Madrid.

El pasado 19 de diciembre lo adelantábamos la primicia: las infantas Elena y Cristina pasarán año nuevo en Abu Dabi con su padre y se quedarán hasta el cumpleaños, como el año pasado. Pero en esta ocasión parece que la celebración será más discreta. Aquel enclave que desde el verano de 2020 acoge al rey emérito Juan Carlos I es otra parada habitual en el calendario de Cristina y también de su hermana mayor. Allí planean las infantas despedir 2024, como avanzábamos hace una semana y es muy probable que lo hagan en compañía de Victoria Federica y Froilán, este último instalado en el Golfo Pérsico y ya de vuelta tras visitar en Madrid a su madre por su 61 cumpleaños.

Recordemos que el rey Juan Carlos celebró el anterior cumpleaños con una escandalosa fiesta (fue portada de revista y llenó programas de televisión) en Abu Dabi, en la que estuvieron sus dos hijas mayores y algunos de sus nietos (Froilán, Victoria Federica, Pablo e Irene Urdangarin). El emérito exhibió su fiesta filtrando fotografías de la celebración a la revista Hola. Allí estaba el marido de doña Sofía cortando la tarta junto a su nieto favorito, Froilán. Por detrás aparecían sonrientes la infanta Elena y la infanta Cristina. También Victoria Federica, inmortalizando el momento con su teléfono. Entre los asistentes también estaban Joha­nna Zott, la novia de Pablo Urdangarin.

En la otra fotografía principal, el rey Juan Carlos nos ofreció un posado con sus hijas y sus nietos. Desde Abu Dabi, posaron ante una bandera de España. Faltaron Felipe VI, doña Letizia y la reina Sofía, además de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Alrededor de cien personas acudieron al fiestón para homenajear al emérito en el día de su cumpleaños. La celebración comenzó con un almuerzo en el hotel Four Seasons de Abu Dabi y Los del Río lo dieron todo con La Macarena. Elena y Cristina fueron las primeras en arrancarse a bailar. Este año, con las imágenes del Emérito con la madre de Ángel Cristo, los audios difundidos y Bárbara Rey campando a sus anchas por los platós, se requiere un perfil bajo.

Este año no será igual

Cristina y su hermana estarán este martes de Nochebuena y la Navidad en España. Es una fecha para compartir con la reina Sofía, un gesto que subraya la importancia que las infantas otorgan a los lazos familiares. El acercamiento de doña Cristina a su hermano, el rey Felipe VI, se ha vuelto más visible y la edad de su madre recuerda a sus hijas que visitarla es cada vez más lógico, frecuente y conveniente. Cristina de Borbón celebrará con su hermana y su padre la llegada de 2025. El plan adelantado por Informalia es que Cristina viaje a Abu Dabi mientras sus hijos estén en Vitoria con su padre y es posible que con Ainhoa Armentia y su abuela paterna.

Elena y Cristina pasarán esta Nochebuena cerca de Felipe y Letizia. Pero no es descartable que cenen en distintas mesas: los Reyes compartirán velada con sus hijas y es posible que con la abuela Paloma Rocasolano, y las infantas cenarán con la Reina Sofía pero puede que lo hagan en otro recinto del Palacio de la Zarzuela, donde celebrarán esta noche del 24 también la princesa Irene, y los hijos de las infantas. Es probable que al margen de la cena el grupo se salude con los Reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Los hijos de Iñaki Urdangarin y Victoria Federica también cenan en Zarzuela. Froilán se encuentra de vuelta en Abu Dabi como ya publicamos. En Nochevieja y Reyes las cosas serán distintas.

Un cumpleaños tranquilo en Abu Dabi: familiares nada más

El 5 de enero de 2025, Juan Carlos I celebra su 87.º cumpleaños en el destino que se ha convertido en su residencia habitual desde su salida de España en 2020. Este año, el plan es claro: una celebración discreta, que bastante fiesta mediática tienen montada Bárbara Rey y Mediaset. Quieren que don Juan Carlos esta vez sea discreto. Estará acompañado únicamente de sus familiares más cercanos y algún amigo cercano o, en todo caso, lo que haga será menos publicitado. El rey emérito, como ya contamos hace una semana, contará con la presencia de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, quienes viajarán hasta los Emiratos Árabes para despedir 2024 y dar la bienvenida a 2025 junto a su padre. Cristina de Borbón, que pasa Nochebuena y Navidad en España junto a su madre, la reina Sofía, y su hermana Elena. Las dos hermanas, siempre fieles a su padre, han mantenido una relación constante con él, visitándolo frecuentemente en su residencia del Golfo.

El núcleo familiar se reúne en el Golfo Pérsico

Además de las infantas, es probable que Victoria Federica y Froilán, nietos del rey emérito, también estén presentes en esta celebración. Froilán, que actualmente reside en Abu Dabi, ya ha regresado tras pasar unos días en Madrid para celebrar el cumpleaños de su madre, la infanta Elena. Por su parte, Victoria Federica podría acompañar a su madre y a su tío en este viaje. Este reparto familiar refleja el complejo equilibrio que la familia Borbón-Urdangarin ha mantenido tras los acontecimientos que han marcado los últimos años.

El año pasado, don Juan Carlos exhibió su corte paralela filtrando imágenes de su cumpleaños en Abu Dabi

La elección de Abu Dabi como escenario para este cumpleaños responde al deseo de mantener la celebración lejos del escrutinio mediático contaminado por Bárbara Rey, un tema que ha rodeado al rey emérito desde su salida de España. "Familiares nada más", es la consigna que llega desde el entorno de la familia del Rey, lejos de la exhibición grotesca de la portada de Hola en el anterior cumpleaños.

La conocida "guardia pretoriana" de Juan Carlos I, formada por un círculo de amigos y colaboradores que se mantienen leales a él, sus hijas y algunos de sus nietos, encabezados por Froilán, habría aconsejado evitar cualquier tipo de evento que pueda interpretarse como una provocación o que genere polémicas innecesarias. La intención es que esta fecha sea un momento privado, en el que el rey emérito pueda disfrutar del cariño de sus hijas y nietos sin distracciones externas.

Tanto la infanta Elena como la infanta Cristina han sido piezas clave en la vida del rey emérito desde su traslado a Abu Dabi. Su apoyo constante y sus visitas regulares han ayudado a mantener el vínculo familiar, a pesar de la distancia geográfica y las dificultades que han atravesado los Borbones en los últimos años.

La celebración de este cumpleaños se produce en un contexto familiar marcado por la división entre la Casa Real y el rey emérito. Felipe VI no se sumará a las celebraciones en Abu Dabi con Elena y Cristina, entre otras razones porque el cumpleaños de su padre coincide con la Pascua Militar. Pero las relaciones entre el monarca y sus hermanas parecen haberse fortalecido en el último año. La visita de las infantas a Zarzuela para la cena de Nochebuena es un gesto que subraya la voluntad de mantener los lazos familiares, a pesar de las diferencias. Es posible que, aunque no compartan mesa, Felipe VI, Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, aprovechen la ocasión para saludar a las infantas y sus hijos, fortaleciendo la imagen de unidad que tanto se valora en el ámbito institucional.

El legado de Juan Carlos I, a la sombra de la distancia

A medida que Juan Carlos I envejece, su figura sigue siendo objeto de debate en España. Aunque su retirada de la vida pública y su residencia en Abu Dabi han ayudado a mitigar el impacto de las polémicas que lo rodearon, su legado sigue generando opiniones encontradas. Este cumpleaños, celebrado en la intimidad familiar, es un recordatorio de que, a pesar de las controversias, el rey emérito aún cuenta con el apoyo incondicional de su círculo más cercano. Así, Juan Carlos I celebrará sus 87 años rodeado del cariño de sus hijas y varios nietos, en un entorno que le ofrece la tranquilidad que tanto anhela. Una fecha marcada por la discreción, pero que también refleja la complejidad de una familia que, a pesar de todo, sigue buscando espacios para la unión y el afecto.

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