Sorprendente cambio de escenario para el mensaje navideño de Carlos III: del palacio a un hospital

El monarca británico despide uno de sus años más complicados en los que un diagnóstico médico en el mes de marzo rompió con su agenda laboral y también personal: el cáncer. Una enfermedad que también ha sufrido su nuera, Kate Middleton, y que los ha mantenido a ambos alejados de la primera línea durante meses. La esposa de Guillermo de Inglaterra anunció el fin de su tratamiento el pasado mes de septiembre, una suerte que no ha compartido el rey, pues deberá continuar con el mismo durante el 2025. Por eso, Carlos III ha querido romper la tradición del discurso navideño y poner el foco en lo verdaderamente importante con un cambio de escenario sin precedentes: la capilla Fitzrovia del Middlesex Hospital.

Y es que la medicina y la fe han sido los dos pilares que han sostenido al rey en sus peores momentos. Por ello, nada mejor que despedir el año abrazado a ambos. Para ello, el padre de los príncipes Guillermo y Harry se trasladó a Pearson Square, en el centro de Londres, para visitar un antiguo hospital y concretamente su capilla, una maravilla de estilo renacentista bizantino y de una exuberante decoración de estilo gótico, con mármol y un techo de hojas de oro adornado con más de 500 estrellas que dejó encantado al monarca "por su tamaño y su asombrosa belleza", según The Telegragh.

En las imágenes difundidas por el Palacio de Buckingham, Carlos III aparece con un traje azul marino y una corbata azul estampada, acompañado de un árbol de Navidad, decorado con adornos sostenibles como piñas, campanas de metal, vidrio retorcido y algunos adornos de cristal. Tras la grabación del mensaje, el abeto ha sido donado al Croydon BME Forum y al proyecto 'Can You C Me?', de Macmillan Cancer Support. Posteriormente, será colocado en el Royal Trinity Hospice de Clapham, el hospicio más antiguo del Reino Unido.

El Rey pronunció su primer mensaje navideño como monarca desde la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor en 2022, y el año pasado lo hizo desde el Palacio de Buckingham.