Si ya en Gales comenzó a dar los primeros pasos de la mujer adulta en la que se está convirtiendo, en Zaragoza dio un nuevo paso de gigantes al pasar su primer año de formación militar. Una formación que la princesa continúa en Marín desde finales de agosto. Ciudad en la que también saca tiempo para el ocio con sus nuevos compañeros y compañeras.
La hija de los reyes Felipe y Letizia está muy adaptada a su nueva etapa militar, aunque pronto, ya el próximo 11 de enero, le toca decir adiós a la ciudad pontevedresa para embarcarse en una de las aventuras más apasionantes de su vida: hablamos de su travesía en el 'Juan Sebastián Elcano'.
En la Escuela Naval de Marín solo ha estado por el momento unos meses, pero se ha ganado pronto el cariño de la ciudad. Tanto es así que el ayuntamiento ha decidido tener un detalle con ella por Navidad, al instalar una corona gigante en honor a ella por estas Navidades.
"Es un guiño a la princesa y este es el lugar perfecto para colocarlo como signo distintivo. Este elemento probablemente no exista en ningún otro lugar. Será un elemento diferenciador y significativo para nosotros", han dicho la alcaldesa de Marín, María Ramallo, y la edil de Festas, Marián Sanmartín, como recoge Semana.
Rumbo a Elcano: seis meses en el mar, ocho escalas
La heredera al trono pasa pantalla y se prepara para dar un nuevo salto: como decíamos, embarca el 11 de enero de 2025 en el Juan Sebastián ElCano, el buque escuela de la Armada donde se graduará. Será una larguísima travesía con la promoción de tercer curso, la número 427.
Cuando concluya el periplo y el curso recibirá el nombramiento de Guardiamarina de Segundo. La gira, de seis meses la llevará por ocho países haciendo escalas en Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana y EE UU. La última etapa de la travesía es diferente para la hija de Felipe y Letizia. De Nueva York a Gijón, Leonor no regresará en el buque. Se reenganchará en Marín para completar el último trayecto del XCVII crucero de instrucción en Pontevedra. La fecha de final de curso nos coloca en el 14 de julio. Su padre, que guarda unos recuerdos estupendos de su travesía por el Atlántico y bordeando la costa de Latinoamérica en aquel lejano 1987, vive estas semanas previas al embarque de Leonor con emoción y con mucha nostalgia.
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