Emoción y algunos mensajes importantes en la entrega de los Premios Princesa de Asturias con más contenido social, humanitario y de compromiso de los últimos años. Las sencillas y profundas palabras de Joan Manuel Serrat contra las guerras, la violencia y a favor de la libertad y la tolerancia aparecieron también en todas las intervenciones de los galardonados y fueron repetidas en varias ocasiones por la princesa Leonor en una alocución comprometida con la democracia y los Derechos Humanos.

Parece evidente la mano de la reina Letizia en los dos discursos de su hija este año en Oviedo. Bien redactados, conectados con la realidad social y política, que reflejan también su tierra las ideas humanitarias y profundamente solidarias de la reina asturiana. El mensaje de Felipe VI, dejando el testigo a su hija, quien hizo la convocatoria de los Premios de 2025, ha sido interpretada como un relevo definitivo que dará más protagonismo a Leonor. Es decir, esta semana ha empezado el futuro.

Gente cercana a la Fundación Princesa de Asturias da a entender que este podría ser el último año que los reyes se sienten en la mesa presidencial del Teatro Campoamor, dejando a la Heredera como protagonista absoluta de la ceremonia. Y que podría ser también el último año que asiste la reina emérita, que cumple 86 años la semana que viene. Sería Letizia quien ocuparía en su lugar el palco de honor como invitada. En todo caso, los reyes siempre estarían pendientes y apoyando las actividades de la princesa.

Doña Sofía, muy querida en la capital asturiana, donde la reciben siempre con un grande y largo aplauso, en su entrada al Teatro Campoamor, llegó a media mañana al hotel de La Reconquista y nada más entrar en el vestíbulo donde se instala el grupo de prensa acreditada, un micrófono de laSexta le preguntó, qué opinaba de los audios de su marido don Juan Carlos (con Bárbara Rey). Y ella, con la sonrisa bloqueada, siguió de frente sin contestar ni inmutarse.
A la hora de la comida, la Emérita almorzó como siempre en el salón vip, donde se dan cita los reyes, los premiados, aquellos ministros que asistían, este año: Pilar Alegría, portavoz el Partido Socialista, a quien vimos saludar con un abrazo al presidente de Andalucía, Juanma Moreno, en apoyo a Carolina Marín, y otras autoridades políticas, como el presidente de la Generalitat que apoyaba a Serrat. Doña Sofía suele compartir mesa en este almuerzo-buffet con Alicia Koplowitz, una de las grandes ausentes de esta edición, como su amigo el duque de Alba, al que la empresaria invita a ir a Oviedo en su avión privado.

Esta vez, un pequeño contratiempo de salud, impidió que la empresaria y filántropa Koplowitz viajara a Asturias. En cambio, su sobrina Esther Alcocer Koplowitz y su marido Pablo Santos, sí estuvieron presentes en Oviedo, como hacen cada año. Por su parte, y como ya adelantamos, Alberto Nuñez-Feijóo, aprovechó el viaje a Asturias, para hacerse una revisión de su reciente intervención de cataratas, que le practicó el oftalmólogo Luis Fernández-Vega a primeros de octubre. El líder del PP esta encantado con su nueva imagen sin las gafas que le daban un aire de profesor de álgebra.
