Era lo más comentado en estos premios. Relevo o continuidad del Rey en el Campoamor. La heredera sigue todos los pasos de su padre al milímetro. Pero no aquí porque el entonces príncipe Felipe presidió la ceremonia en el Teatro Campoamor de Oviedo el año que cumplió la mayoría de edad, en 1968. Ha sido la primera ceremonia de Leonor con 18 años (y un paso de los 19). Sin embargo, su papel en los Premios Princesa de Asturias se mantenía igual que en 2019, año de su debut.
La respuesta a esta cuestión nos ha llegado con el discurso de Leonor. Ha sido la primera vez que la presidenta de honor de la Fundación Princesa de Asturias ha glosado a los premiados en un texto mucho más largo que el de su padre, que era quien ensalzaba las trayectorias de los protagonistas. Ha sido la pista. La primera. La segunda, la alocución del Rey con sus palabras como padre.
El monarca, con un tono nostálgico, de recuerdo de su infancia, se ha remontado a su año de debut en Oviedo, en 1981. "A lo largo de más cuatro décadas, he tenido el honor y la responsabilidad de elogiar a los galardonados en esta ceremonia". Por eso, ha dicho, "permítanme que comparta un pensamiento íntimo. Digo con emoción que Leonor se encargue a partir de ahora, como acabamos de ver". Una cesión de testigo del Rey a su hija en este gran evento de la agenda institucional. El Rey no ha leído esta introducción. Se la sabía de memoria.
Felipe VI: "Imaginen lo que ha supuesto conocer de una manera tan próxima a personas tan extraordinarias como nuestros premiados. De sentir que he crecido, en todos los sentidos, recibiendo la guía y el ejemplo de sus vidas"#PremiosPrincesaDeAsturiashttps://t.co/QZsVBOkzE2 pic.twitter.com/IW11pW3VDT
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Ha dicho: "La historia nos alerta de las graves consecuencias de apartarse de ese camino. Como nos alerta de los graves riesgos, la negación del otro por sus convicciones o creencias; porque piensa, reza o vota distinto". Ha sido comentado en los medios el cierre de su discurso. Una mención a la dignidad de las personas en un momento en que la dignidad es esencial. "Todo hombre tiene como tarea noble hacer su vida digna, hasta en los menores detalles", ha dicho citando a Henry David Thoreau.
La clausura de la ceremonia ha llegado con el Himno de Asturias, a cargo de la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo. Los premiados, con sus distinciones en la mano, han bajado del escenario y por el pasillo central se han encaminado hacia la puerta principal del teatro. La Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo ha interpretado el pasacalle El Xarreru. Era la traca final.
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