El emérito está tranquilo y ya está con él su biógrafa. Ambas cosas nos las confirmaban hace unos días personas de su entorno más cercano. El escándalo de los audios con Bárbara Rey no ha truncado sus planes en Sanxenxo, donde Juan Carlos continúa disfrutando de una de sus mayores pasiones, la vela, y de la mejor compañía. Si este jueves disfrutó de una reunión familiar con la infanta Margarita, su marido, Carlos Zurita, y su sobrina, María, este viernes ha recibido la visita de otras dos personas muy importantes en su vida, la infanta Elena y su amiga Lauren Debray.
Ambas mujeres, ataviadas con ropa deportiva náutica, han observado la competición del Bribón desde una embarcación auxiliar y han mostrado complicidad y cercanía. Risas, charlas y selfies que ponen de manifiesto que la jornada ha sido amena y muy tranquila para el emérito y su entorno, ajeno (por voluntad propia) al tsunami mediático que han supuesto las imágenes y los audios con Bárbara Rey.
Tras un parón obligado por las condiciones meteorológicas, don Juan Carlos y su equipo han vuelto a la mar para luchar por el trofeo europeo en la categoría de 6 metros, que se entregará este sábado. Contento, ha llegado a puerto tras finalizar la carrera del día y ha abrazado con cariño a Debray, la periodista francesa que está escribiendo una de las biografía más esperadas del padre de Felipe VI, Reconciliación, aún sin fecha de publicación. Llevan dos años trabajando juntos en el texto: "Mi padre siempre me aconsejó que no escribiera memorias. Los Reyes no hacen confidencias. Y menos públicamente. Sus secretos quedan enterrados en la penumbra de los palacios. ¿Por qué voy a desobedecerle ahora? ¿Por qué he cambiado finalmente de opinión? Tengo la sensación de que me están robando mi historia", dice él en uno de los adelantos publicados.
Bárbara, devastada
Y mientras el rey disfruta en Sanxenxo, la que fuera su amante se ha refugiado en la casa de su hija, Sofía Cristo, en Madrid. Las imágenes y los audios con Juan Carlos en 1994, cuando eran amantes, la han puesto en el ojo del huracán y la presión mediática le ha pasado factura. Este miércoles, tras intervenir en el programa de Y ahora Sonsoles y enfrentarse a Paloma García-Pelayo (hermana de Álvaro García Pelayo, representante de Ángel Cristo), la ex vedette sufrió una subida de tensión por la que tuvo que llamar al 112.
Unas horas después, los audios en los que hablan de la reina Sofía han caído sobre ella como un jarro de agua fría: "Era completamente innecesario sacar esto, lo lamento muchísimo", ha dicho a Bárbara a Beatriz Cortázar. "Está muy mal", asegura la periodista.
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