Letizia regresa a París: su no asistencia al ingreso de Leonor en Marín y su llegada a los Juegos Paralímpicos

Adiós a las vacaciones de verano. La Reina ha vuelto al trabajo en París a apoyar a los atletas españoles en los Juegos Paralímpicos. Un viaje cuyos preparativos le han coincidido con el ingreso de su hija mayor, Leonor, en la Escuela Naval Militar de Marín el jueves 29 por la tarde.

La guardamarina Borbón Ortiz, vestida con el uniforme blanco de la Armada, atravesó la Puerta de Carlos I del centro académico pontevedrés en solitario. No hubo abrazos de sus padres. En su lugar, el saludo protocolario, "la ilusión" de la princesa a su llegada y su firma en el libro de honor. Don Felipe se encontraba en Barcelona, en la Copa América, desde por la mañana; y doña Letizia preparaba su viaje a París. La no asistencia de los Reyes al ingreso de la princesa en la escuela nos transmite el mensaje de la gran autonomía e independencia de la heredera en los pasos que marcan su propia agenda. Su imagen, de uniforme, y en solitario, sin sus padres, se potencia y se viraliza. No hay ningún otro foco que desvíe la atención. Leonor se convierte en la protagonista absoluta de la fotografía del día, que ha ocupado las portadas de los periódicos de hoy.

Un día después, doña Letizia ha llegado a París para brindar su apoyo al equipo paralímpico español. Su primera cita, el partido de baloncesto en silla de ruedas disputado en el Bercy Arena entre la selección española y la australiana. Para la cita, la Reina ha escogido el polo azul de la delegación española y unos jeans blancos. Ha estado acompañada por Pilar Alegría.

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