El ambiente en Buckingham Palace es bastante tenso. No solo por la lógica preocupación que despierta la enfermedad del rey Carlos III y la de Kate Middleton sino también por la presencia del príncipe Harry, que aterrizó el martes en Londres para visitar a su padre. La llegada del duque de Sussex ha ablandado al monarca, que ahora necesita todo el cariño y el apoyo de los suyos, pero no al príncipe Guillermo, que se ha negado, por el momento, a reunirse con su hermano: "Tengo cosas más importantes que hacer", ha dicho. Sin embargo, hay una persona que podría darle un giro a la situación: Mark Dyer.
Fue uno de los escoltas del rey Carlos III y tutor de los príncipes durante su infancia y adolescencia. Los ha acompañado en sus momentos más complicados, especialmente al príncipe Harry, que encontró en Dyer a uno de sus grandes apoyos durante el Megxit. Apunta The Times a que Mark está siendo un gran consuelo para los dos hermanos estos días, no solo por su cercanía y confianza sino por su experiencia: él mismo ha sobrevivido a un cáncer de estómago muy agresivo del que se encuentra completamente recuperado. Su labor ahora es vital: va a mediar en la guerra que mantienen los hermanos para que formen un frente común a nivel familiar y público ahora que Carlos III, tanto el padre como el rey, es más vulnerable que nunca. "Siempre se puede confiar en que Mark hará entrar en razón a Harry y Guillermo y será un apoyo discreto para ambos en este momento estresante", han dicho fuentes cercanas a Casa Real.
La relación entre Guillermo y Harry es más distante que nunca. Al heredero le dolió profundamente el abandono institucional de su hermano, a quien creía su mano derecha en sus obligaciones de nacimiento, sino también por su indiscreción al hablar públicamente de los trapos sucios de Buckingham Palace. El duque de Sussex aireó problemas con su hermano, con quien había llegado a las manos, e incluso detalló discusiones entre su esposa Meghan Markle y su cuñada, Kate Middleton. A esta, incluso, la acusó de hacer comentarios racistas sobre el color de piel de su hijo Archie. Un comportamiento que Guillermo no está dispuesto a perdonar.
Mark Dyer, el hombre de cabello llameante
Así ha bautizado la prensa británica al escolta real reconvertido en escudero al que los más cercanos llaman 'Marko'. Sirvió al ex príncipe Carlos hasta mediados de la década de 1990 y actuó como mentor de los príncipes después de la muerte de su madre, Diana, en 1997. Dyer visitaba a Guillermo en el internado, ayudaba a Harry a mantener la discreción con sus distintos noviazgos y protegía a ambos de los fotógrafos entrometidos. Desde el 2020, se ha convertido en el puente entre Harry y su familia y amigos en Londres. Afirman que él es "una de las pocas personas que consigue hacer entrar en razón a Harry".
Harry aterrizó este martes en Londres, pocas horas después recibir una llamada de su padre informándole personalmente de su diagnóstico. Se reunieron en Clarence House, en compañía de la reina Camila, y permanecieron juntos durante 45 minutos. El duque de Sussex no quiere causar problemas y ha rechazado alojarse en Frogmore Cottage, la casa que le regaló su abuela por su boda con Meghan, optando por un hotel. Se desconoce cuándo regresará a California y la pregunta que está en el aire es la siguiente: ¿visitará a Kate Middleton para sellar la paz familiar?
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