Sonriente, relajado y acompañado de su esposa, la reina Camila. Así hemos visto este martes al rey Carlos III, apenas 24 horas después de que Buckingham Palace anunciara que padece cáncer. Las imágenes han sido tomadas en las puertas de Clarence House después de un encuentro entre el rey y su hijo Harry que ha durado 45 minutos.

El duque de Sussex ha aterrizado este martes en la capital británica tras coger un vuelo en Los Ángeles nada más conocer la noticia. Padre e hijo han aparcado las rencillas familiares y se han reencontrado en un momento muy delicado para la familia, no solo por la enfermedad de Carlos III sino también por la de Kate Middleton, que sigue convaleciente tras someterse a una cirugía abdominal. La reunión entre el monarca y su hijo, a quien no veía desde el pasado 6 de mayo, día de su Coronación, ha resultado muy agradable a juzgar por la cara del primero al finalizar la misma.

Al encuentro también ha asistido Camila, que se ha convertido en la mano derecha de su marido desde que fuera ingresado e intervenido en la London Clinic por un agrandamiento de próstata. Han sido precisamente las pruebas postoperatorias las que reflejaron la enfermedad del rey, que no está relacionada con la próstata. La reina está completamente volcada en su esposo: lo visitó a diario en el hospital, lo acompaña ahora en su residencia y atiende los compromisos de la Corona en su lugar.

Buen pronóstico

El comunicado de Buckingham Palace no especificaba el tipo de cáncer que sufre Carlos III ni tampoco el estadio en el que se encuentra pero sí que este mismo lunes ha comenzado a recibir tratamiento ambulatorio en Londres. El rey se muestra "optimista" frente a la enfermedad y el primer ministro, Rishi Sunak, ha desvelado que los médicos "detectaron el tumor a tiempo" y que el pronóstico de Su Majestad "es bueno".

El rey se mantendrá alejado de sus obligaciones presenciales durante el tiempo que se alargue el tratamiento pero desde Casa Real afirman que no renunciará al trabajo de despacho y reuniones telemáticas. Por esta razón ninguno de los cuatro consejeros reales (la reina Camila, el príncipe Guillermo y los príncipes Eduardo y Ana) han sido convocados oficialmente para sustituirlo.

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