La sustitución del monarca, en caso de regencia por enfermedad o por un viaje al extranjero, se resolvió en noviembre de 2022, dos meses después de la muerte de Isabel II. Carlos III asumió la presión del Parlamento británico que se cernía sobre él y solicitó cambiar la ley con el fin de aumentar la lista de consejeros de Estado. Figuraban la reina Camilla y su hijo mayor, Guillermo. Pero también estaban Harry, el príncipe Andrés y Beatriz, la hija de este. El soberano finalmente resolvió incluir a sus hermanos Ana y Eduardo. Ahora, se da esa circunstancia: el monarca estará ausente por unos días por razones médicas.
Con un proceso hospitalario inminente para tratar su agrandamiento de próstata, el rey Carlos necesita un sustituto en la agenda institucional. La primera de la lista es su mujer, Camilla, ya que Guillermo, el heredero, ha pospuesto su trabajo para cuidar de mujer, Kate, ingresada en el hospital donde se recupera de una cirugía abdominal.
El movimiento que hizo el soberano en 2022 para nombrar a sus consejeros de Estado cuando él estuviera ausente fue el siguiente: Carlos III añadió a sus hermanos Ana y Eduardo en la lista de los sustitutos con el fin de evitar que en algún momento surgiera la posibilidad de que Harry o Andrés asumieran ese rol de reemplazo en la Casa.
Harry y Andrés suponen un escollo para Buckingham. Harry por el Megxit, porque decidió dejar Londres con su mujer, Meghan Markle; y Andrés por su conexión con el caso Epstein de tráfico sexual de menores. Una oscura amistad que le sumió en el ostracismo y quedó despojado de honores militares y de títulos.
