Casas Reales

Primera (y profunda) reflexión de Mary de Dinamarca sobre el amor: "Nos necesitamos unos a otros"

No escampa la tormenta sobre la Casa Real danesa. El huracán Genoveva Casanova y sus fotos paseando por Madrid con su amigo Federico de Dinamarca siguen ancladas en la memoria de familia real. Sobre todo, en Mary Donaldson, que puso tierra de por medio. Desde principios de diciembre, desapareció del mapa y del foco mediático y se refugió en su Australia natal con sus hijos Vincent y Josephine. Ahora la princesa ha hablado. Ha lanzado unas palabras a través de la fundación que lleva su nombre: "Nos necesitamos unos a otros si queremos tener éxito", dice.

Tras varias semanas de refugio en tierras australianas, como informamos, Federico se unió a ese viaje. Voló en un jet privado e iba con su hija Isabella. El reencuentro del matrimonio royal se produjo días atrás ante la creciente preocupación de que Mary decidiera retrasar su vuelta a Copenhague. Así lo aseguraba la prensa danesa. La esperada reunión tuvo lugar en Nueva Zelanda, donde la princesa visitaba a su padre, tal y como recoge Daily Mail. A todo esto, el tiempo apremia. Navidad es ya y nada le haría más feliz a la reina Margarita que celebrar las fiestas con su hijo, su nuera y sus nietos. Foto inferior, compartida por la Casa Real y por la Fundación Mary.

Con este panorama, la princesa ha lanzado sus primeras palabras. Según publica Daily Mail, Mary ha utilizado el canal de la fundación que lleva su nombre para compartir con el mundo sus emociones. La abogada echa la vista atrás, hace balance de este año y revela: "Han sucedido tantas cosas, que es imposible expresarlas con palabras". Y añade reflexiones profundas sobre el tiempo: "Con el tiempo te vuelves cada vez más consciente de lo valioso que es cada momento (y cada año)"; "La transición al nuevo año es siempre una oportunidad para detenerse y apreciar todo lo sucedido durante el año".

Acompaña su mensaje, melancólico y reflexivo, con una fotografía suya: aparece sonriente con un traje de chaqueta morado, de terciopelo, y una pashmina de lana de color gris. Se ha buscado un paisaje natural de nieve. Durante el posado, unos copos caen sobre su pelo. Detrás de ella luce un árbol de Navidad. Todo muy armónico en colores y en luz. El detalle discordante, el maquillaje de rostro y labios y los pendientes de piedras. Un look demasiado sofisticado para un entorno de naturaleza.

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