Casas Reales

Sobre el reencuentro de Juan Carlos I y Felipe VI en rías gallegas: el emérito adelanta que "seguramente" se verán

Sanxenxo y las regatas le dan suerte a Juan Carlos I. No solo pisa suelo español y ve a sus amigos más íntimos, como Pedro Campos, también están los abrazos de su familia. Esta vez, ha arrancado su sonrisa un sencillo paseo por la ría de Pontevedra junto a su hermana Margarita y su sobrina María Zurita. María, que llevaba una gorra oscura y ropa náutica, estaba con su hijo Carlos. Han disfrutado del paseo, a bordo del Cristina, este jueves 28 por la mañana. La infanta, su hija y su nieto llegaron a Sanxenxo el día anterior. Además, esta tarde coincidirán los dos reyes en Pontevedra. Los medios allí destacados le han preguntado al ex jefe del Estado si se verán y el emérito ha deslizado un "seguramente".

Iban todos a bordo de la embarcación. El rey emérito le daba la mano a su hermana, que llevaba un chubasquero amarillo. Como don Juan Carlos, Margarita también es una apasionada del mar. Frente a la infanta, duquesa de Soria, estaba sentada su hija María Zurita y el pequeño Carlos, de cinco años. Juan Carlos I, que además es el padrino de honor del pequeño, estaba feliz con el plan familiar. "Muy contentos", ha dicho a los medios. "Mi hermana ha venido a verme y la he sacado a dar una vuelta", ha comentado.

Nada le hace disfrutar más al emérito que verse acompañado por los suyos. Su autoexpatriación en Abu Dabi, desde hace 3 años, le hace vivir con mucha intensidad esos momentos familiares en España. Se espera que la infanta Elena se deje caer por Sanxenxo este viernes. 

Don Felipe, en isla de La Toja

Se da la casualidad de que esta visita de Margarita coincide con el viaje de Felipe VI a Pontevedra. Este jueves 28 de septiembre, el jefe del Estado ha viajado a la isla de La Toja donde ha inaugurado, por la tarde, la V edición del Foro La Toja Vínculo Atlántico. Mientras, Juan Carlos I se prepara en Sanxenxo para competir en la regata que lleva su nombre y que comienza mañana viernes. Los dos reyes han estado separados por 14,9 kilómetros (17 minutos en coche).

La posibilidad del reencuentro (o no) de padre e hijo ha sido muy debatido en la prensa estos días. De hecho, todo apuntaba a que no. Sin embargo, el emérito, después de su paseo, se ha desmarcado con un "seguramente".

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