El runrún comenzó en Malibú. Los duques de Sussex buscaban allí nueva casa. Ahora cobra fuerza el plan de la mudanza. Harry y Meghan, afincados en su mansión de Montecito, en Los Ángeles, estudian cambio de domicilio. Pero no abandonarían California. Así lo señala la prensa norteamericana y británica. Su comentadísima propiedad de 12 millones de euros, vecina de la mega estrella Oprah Winfrey, parece que tiene los días contados. ¿Pero por qué quieren mudarse?
Para empezar, los vecinos famosos de Montecito evitan compartir conversaciones con los Sussex por temor a que se vayan de la lengua. Sus indiscretísimos comentarios aireando todos los trapos de los Windsor, vía serie de Netflix y vía libro de memorias previos contratos, les ha servido para que su entorno recele de ellos. Además, el vecindario anda cansado del trajín de las cámaras de los paparazzi en busca de una nueva foto de Harry o de su mujer. "Hartos", es la palabra que emplea NY Magazine, citando fuentes de TMZ. ¿Mal rollo vecinal?
En este impass, los duques estarían buscando un comprador para su propiedad. Una venta que daría luz a la nueva casa de Malibú.
Malibú es la tierra prometida. Medio Hollywood ha encontrado en este oasis su paraíso: Madonna, Leo Di Caprio, Cher, James cameron, Halle Berry, Adam Sandler y Jennifer Aniston, entre otros, serían los nuevos vecinos de Harry y Meghan. En este nuevo barrio, la duquesa, además, se encontraría mucho más cerca del core del cine y de las agencias. Recordemos que firmó un contrato con la agencia de talentos WME.
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