Imagen de máxima normalidad en la agenda de Don Felipe en la mañana de este 19 de abril, la misma que ha elegido su padre, don Juan Carlos, para aterrizar en España. El Rey ha viajado a Ronda, ha aparecido sonriente y cercano y se ha fotografiado con los vecinos. Crédito foto superior: Casa del Rey.
El avión privado de don Juan Carlos, que lleva matrícula de Aruba (una pequeña isla de las Antillas holandesas del Caribe, frente a las costas de Venezuela) y que ha dispuesto su amigo Mohamed Bin Zayed, estaba a punto de llegar al aeropuerto Peinador de Vigo. Al mismo tiempo, Felipe VI viajaba a Ronda (Málaga), cumpliendo el programa que marcaban sus previsiones.
Allí, el monarca ha presidido la celebración del 450º aniversario de la Real Maestranza de Caballería rondeña, institución cultural fundada por Felipe II en 1573, sin ánimo de lucro dedicada y volcada a la investigación y la educación. A su llegada a la localidad rondeña, el jefe del Estado ha sido recibido por los vecinos, que inmortalizaban su visita con sus móviles. Una imagen de normalidad, ante el estrés informativo que ha generado la visita de su padre a España, pese a que desde el primer momento se ha insistido en que el viaje del emérito se enmarca en un contenido estrictamente privado.
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