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El retorno de Juan Carlos I (volumen 2): se busca discreción en un aeropuerto de Vigo lleno de cámaras

Se busca constreñir la visita de Juan Carlos I en un formato marcado por la discreción. Esto ya es batalla perdida. El aeropuerto Peinador de Vigo, donde va aterrizar esta mañana del miércoles 19 de abril, ya está lleno de cámaras de televisión preparadas para grabar el momento en que el padre de Felipe VI pise suelo español. Tal y como sucedió el año pasado. Es el retorno del emérito volumen 2. La historia se repite.

Se insiste desde todos los ángulos que la visita de don Juan Carlos a la Ría de Pontevedra es estrictamente privada. Lo asegurán el alcalde Sanxenxo, Telmo Martín, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, quien ha hablado en El programa de Ana Rosa de "la promoción" que supone para la localidad pontevedresa, como "algo bueno". Pero también ha matizado: "No tenemos confirmación ni sabemos a qué horas viene. Ni oficial ni extraoficialmente. Por eso, es muy difícil valorar el papel que vamos a jugar." Rueda, que sigue con su agenda, no tiene previsto encontrarse con Juan Carlos I. "Es que viene a una visita privada. Lo que haga lo hará privadamente". Este argumento, que se repite como el día de la marmota, viene a marcar el contenido de su viaje y también a intentar contener de alguna manera la proyección. Por ejemplo, su amigo Pedro Campos, que le facilitará alojamiento, no ha aparecido en los medios.

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Prensa, en el aeropuerto de Vigo horas antes de la llegada de Juan Carlos I

Pese a este empeño y esfuerzo por perimetrar la visita del emérito en el marco de lo privado -un entrenamiento de regatas en la ría y ya- es más que evidente la expectación y la urgencia informativa que despierta. Estamos pendientes de su aterrizaje, su traslado a Sanxenxo y su aparición en el puerto deportivo. No digamos ya de la imagen a bordo del velero Bribón. Parece naïf creer que toda esta logística que mueve atiende solo al deseo de Juan Carlos I de entrenarse para revalidar su título de campeón. Más atiende a su deseo de venir a España y estar con sus amigos, a los que echa de menos. Parece naïf también pensar que esto no va a tener la cobertura que va a tener. Va a ser un minuto a minuto. Tal y como fue el año pasado. Ya lo hemos visto en Londres: su aparición en el palco del estadio del Stamford Bridge es la imagen del día y portada de los periódicos de hoy.

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