Industria

El mundo se está quedando sin oro para extraer justo en el peor momento posible


Vicente Nieves

El oro se ha convertido en el activo de moda. Las turbulencias financieras, la aversión al riesgo en ciertos periodos de este año o el miedo a que las divisas fiduciarias sigan perdiendo valor han llevado a los inversores (y no inversores) a comprar oro a marchas forzadas, llevando su precio a máximos históricos. La demanda crece más rápido que la oferta y, como consecuencia, el precio no para de subir. Imaginen un mundo en el que además de todo lo anterior, la oferta de oro empieza a crecer cada vez más despacio, mientras que lo demás se mantiene constante... el resultado sería un precio del oro aún mucho más alto. Esta hipótesis podría estar a la vuelta de la esquina, agravada por la coyuntura actual de incertidumbre y fiebre de los bancos centrales por el metal precioso. Aunque aún queda oro por extraer en el mundo, hay ciertos datos que resultan un tanto preocupantes. Las investigaciones realizadas por el Servicio Geológico de EEUU revelan que la mayor parte del oro recuperable ya ha sido extraído, mientras que otros analistas hablan ya del temido 'peak gold' justo cuando la demanda de oro está en plena subida. El 'peak gold' podría llegar justo en el peor momento posible (mucha demanda y cada vez menos oferta nueva). Además, a medida que se va extrayendo más metal precioso en las grandes minas del mundo, resulta cada vez más complicado y costoso seguir obteniendo al resto de las reservas.

Cada vez hay menos oro disponible para extraer. Esta evidencia, que parece absurda (obviamente cada onza extraída es una onza menos que queda por extraer), cobra relevancia cuando se atiende a los precios actuales del oro, se analizan los datos de reservas probadas y se echa un vistazo a la escasez de los nuevos hallazgos en los últimos años. El precio del oro ha subido en poco más de un año en 1.000 dólares, pasado de los 2.300 dólares la onza a los 3.300 actuales. Esta revalorización de casi el 44% se sustenta sobre todo en la mayor demanda en un entorno incierto, marcado por la inflación, los conflictos comerciales, bélicos y geopolíticos. Pero cuando se mira al lado de la oferta (algo que no se suele hacer en el oro, como sí se hace en el petróleo), la situación no pinta mucho mejor. El oro tiene la ventaja (respecto al petróleo) de que no se 'gasta' como tal. Un barril de petróleo se consume y no vuelve, mientras que una onza de oro puede dar 30 vueltas al mundo y sigue siendo la misma onza. Pero en una situación como la actual en la que el metal precioso es cada vez más demandado por inversores y bancos centrales, la escasez de oro por extraer puede sumarse a esta 'ansiedad compradora'.

Gustavo Martínez, gestor de patrimonios y profesor de universidad especializado en economía y mercados, explica en declaraciones a elEconomista.es que "las existencias de oro que quedan son de unas 50.000 toneladas... de las cuales se estima que un 15% son de imposible acceso con la tecnología existente en la actualidad. Es decir, estamos hablando de entre 5.000 o 7.500 toneladas que no podrán extraerse o minarse porque están en lugares imposibles para el ser humano, como a varios kilómetros bajo el mar, en la fosa de las Marianas o en sitios completamente inaccesibles".

En el mundo queda cada vez menos oro por extraer.

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, hasta la fecha se habrían extraído alrededor de 200.000 toneladas de oro. Mientras que las reservas subterráneas de oro que aún quedan de forma probada en el mundo (todavía se pueden realizar algunos hallazgos o hay zonas en las que se sospecha que puede haber oro, pero hoy son inaccesibles o económicamente no viables) sumaría unas 50.000 toneladas. Según estas cifras aproximadas y teniendo en cuenta todo el metal que se ha extraído, la gran mayoría del oro ya se habría extraído (quedaría algo menos del 20% de todo el oro que hay ahora mismo en el mundo).

El profesor Martínez, comenta que "el hecho de que cada vez quede menos oro y la información fluya, también que se sepa que la extracción de oro es cada vez más compleja, no solo por las pocas existencias, sino porque lo que queda son las más difíciles de extraer, de explorar y producir. Obviamente, el mercado va poco a poco sabiendo esto, lo que lleva a los grandes compradores a adquirir más y elevar el precio. Con el tiempo todo esto afectará de forma positiva al oro, un bien finito y que cada vez más gente descuenta que se va a acabar".

Desde Crux Investor, una firma de investigación de firmas mineras, explicaban en un informe reciente con cierta preocupación que "la relativa falta de nuevos descubrimientos importantes de oro en la última década genera preocupación sobre el panorama de la oferta a largo plazo. El aumento de los presupuestos de exploración y los anuncios de más recursos e inversión son una señal alentadora, pero se necesitarán nuevos descubrimientos más sustanciales para evitar una escasez de oferta en los próximos años. Los inversores deberían centrarse en productores de oro de calidad con activos sólidos y equipos de gestión experimentados", aseguran estos expertos.

Pocos descubrimientos y pequeños

Los descubrimientos recientes son cada vez más escasos y de menor tamaño, con un promedio de 3,5 millones de onzas frente al promedio de 5,5 millones de onzas registrado entre 2010 y 2019. "La exploración se ha centrado cada vez más en ampliar las reservas de los proyectos existentes en lugar de descubrir nuevos yacimientos importantes. Los informes recientes afirman que ninguno de los descubrimientos realizados en los últimos 10 años ha entrado en la lista de los 30 mayores descubrimientos de oro, lo que respalda nuestra opinión, mantenida durante mucho tiempo, de que el enfoque de una década en yacimientos más antiguos y conocidos limita la posibilidad de encontrar grandes descubrimientos en prospectos en fase inicial"

"Esta falta de nuevos descubrimientos importantes genera preocupación sobre la trayectoria futura del suministro mundial de oro. S&P Global prevé que la producción de oro alcance un máximo de 110 millones de onzas (unas 3.600 toneladas) en 2026, pero luego disminuya a 103 millones de onzas (3.300 toneladas) para 2028. La mayor parte del crecimiento y la posterior disminución se deben a unos pocos países productores clave como Australia, Canadá y Estados Unidos", aseguran los expertos de Crux Investor. De modo que desde S&P Global creen que el peak gold (el punto máximo de producción en el mundo) llegará el año que viene y desde entonces comenzará a reducirse. Si ceteris paribus, una producción decreciente debería conducir a unos precios cada vez mayores, sobre todo ahora que el oro goza de gran popularidad.

El oro parece que va a recorrer el camino inverso al petróleo. Mientras que el último barril de crudo del mundo simplemente no se consumirá (no llegará) porque el mundo ya habrá dejado de depender del petróleo, el caso del oro parece muy diferente: quizá la última onza extraída (las onzas no se extraen, la minería de oro no funciona así, pero es una forma de hablar) alcance un precio desorbitado. Desde ese momento, el oro en circulación será el oro total, presente y futuro.

Desde el World Gold Council explican "que sus estimaciones sugieren que se han extraído alrededor de 216.265 toneladas de oro a lo largo de la historia. Curiosamente, alrededor de dos tercios de este oro se han extraído desde 1950. Este enorme aumento en la producción se debe a los avances en la tecnología minera y al descubrimiento de nuevos yacimientos de oro".

Estos expertos son algo más optimistas que los del servicio geológico americano y calculan que aún quedarían unas 60.000 toneladas de reservas viables por explotar. Teniendo en cuenta que cada año se explotan o extraen unas 3.600 toneladas (es una cantidad que varía muy poco y es muy estable), habría oro (de mantenerse el ritmo) para unos 15 años, es decir, hasta el 2040. Sin embargo, todavía se pueden esperar mejoras tecnológicas o hallazgos que permitan prolongar la vida del oro que queda por extraer. Hay que tener en cuenta que, aunque las cuentas muestran que hay oro para 15 años, si nada cambia, a medida que se acerque el final será más difícil extraerlo y, probablemente, el oro será más codiciado. Lo cierto es que el oro es extremadamente escaso.

¿Qué pasará con el precio del oro?

"Para poner la cantidad total de oro extraído en perspectiva, si reuniéramos todo este oro en un solo cubo, mediría aproximadamente 22 metros cada lado. Es un volumen sorprendentemente pequeño para un metal tan valioso e históricamente significativo. Y dado que el oro es prácticamente indestructible, significa que casi todo el oro extraído alguna vez aún existe en alguna forma", aseguran desde el WGC.

Martínez cree que los precios este año, el precio del oro pueda subir hasta los 3.700-4.000 dólares la onza. "Estructuralmente, soy bastante alcista en el oro, puede haber fluctuaciones, correcciones como en cualquier otro activo, pero a largo plazo está clarísimo que vamos a ver el oro por encima de los 5.000 dólares y más allá".

Esta previsión coincide con la de Goldman Sachs que un informe publicado a mediados de junio señalaba que "el oro subirá a 3.700 dólares por onza troy para finales de 2025, ya que los bancos centrales están comprando muchas toneladas del metal precioso cada mes. También es probable que el oro suba a medida que los inversores en ETF aumentan sus posiciones en previsión de los recortes de tipos de interés y ante la creciente preocupación por una recesión. En caso de recesión, Goldman Sachs Research pronostica que el oro podría alcanzar los 3.880 dólares por onza troy", sentencia el informe.