Cuatro inversores y un destino: así afronta la plantilla de Guardian Llodio su inminente despido
- Movilizaciones de los trabajadores ante el inicio el 3 de marzo del ERE de extinción
- "El horno está inservible completamente", afirman fuentes conocedoras
- Las instituciones vascas analizan los proyectos que aseguren la actividad industrial
Maite Martínez
Bilbao,
El próximo 3 de marzo Guardian Llodio iniciará el ERE de extinción para sus 170 trabajadores, tal y como ha comunicado la dirección a los representantes sindicales. La plantilla ha anunciado concentraciones en Bilbao, este viernes 28, y en Llodio, el lunes 3, con el fin de conseguir las mejores condiciones en sus despidos, mientras mantienen viva la esperanza sobre la continuidad de la fábrica con otros propietarios.
Las instituciones vascas negocian con hasta cuatro inversores industriales con el objetivo de mantener la actividad productiva y los empleos de Guardian. Lo que se desconoce es cuál es el estado actual del horno tras su apagado controlado. Fuentes consultadas por elEconomista.es afirman que "el horno está inservible".
Tras poco más de un mes desde que la multinacional estadounidense Guardian anunciara el cierre de su planta en Llodio (Álava), donde se fabricaba vidrio y trabajan 170 personas, y el apagado de su horno, la dirección iniciará el 3 de marzo el ERE de extinción con el periodo de consultas y de negociación, según han confirmado fuentes sindicales.
"A partir de ahí habrá un mes, 30 días naturales de periodo de consultas que se exige por ley para intentar llegar a un acuerdo. Suponemos que los despidos se irán sucediendo progresivamente en función de las necesidades y es posible que personal esté trabajando hasta el cese definitivo en julio". Desde la representación de los trabajadores han señalado que confían en que se abra un proceso de recolocaciones y salidas para trabajadores cercanos a la edad de jubilación.
En paralelo, las instituciones vascas mantienen reuniones con inversores interesados en dar una continuidad industrial a las instalaciones de Guardian Llodio. Desde el Ejecutivo vasco, el consejero de Industria, Mikel Jauregi, asegura que hay "cuatro inversores interesados, tres son de Euskadi y uno de fuera", y que hay "un proyecto muy avanzado en términos de lo que podría ser". Las partes analizan la inversión a materializar y ver cómo el Gobierno vasco puede "acompañar".
Por su parte, el diputado general de Álava, Ramiro González, ha asegurado que "hay mimbres para que este acuerdo se produzca y para que la actividad industrial de Guardian continúe". "Tenemos que seguir trabajando, llevará un tiempo, pero yo creo que finalmente se conseguirá", ha dicho.
Estado del horno tras el apagado
Guardian decidió cesar su actividad en Euskadi, que se inició en 1985, debido a la avería del horno de la factoría y al no considerar rentable su reparación. La decisión de apagado de ese horno de forma definitiva generó sorpresa y malestar en las instituciones vascas. Gracias a la intervención de éstas se logró el compromiso de realizar un apagado controlado, con el fin de poner mantener la actividad con otros inversores.
Según los trabajadores, el fallo crítico de la boca de carga del horno fue una excusa y la decisión de Guardian "se reduce a lo que me cuesta producir el metro cuadrado de vidrio. Y aquí se han juntado muchos problemas, el principal, los costes energéticos".
Desde el apagado 'controlado' del horno el pasado 29 de enero, no ha trascendido cuál es su estado actual ni si podrá volver a estar operativo en el futuro. Fuentes consultadas por elEconomista.es afirman que "al no pararse el horno de manera controlada hay grietas notables en su estructura, desprendimiento de juntas y movimiento del ladrillo refractario, etc. Ese horno está inservible completamente".
La actividad actual en las instalaciones de Guardian Llodio se reduce al vaciado de los silos y nichos de las materias primas para su envío a la planta de Tudela, y a la expedición del vidrio que hay en el almacén.