Industria
La banca y la Sepi dan oxígeno a Duro Felguera y aplazan vencimientos a enero
- Están a la espera de que Grupo Prodi inyecte más capital para espantar el preconcurso
- Tiene una caja que ronda los 6 millones de euros antes de la paga doble de diciembre
Carles Huguet, Cristian Reche
Barcelona/Madrid,
Los acreedores dan una vida extra a Duro Felguera. Suspendida de cotización y con el mercado en alerta tanto por el conflicto con Sonelgaz en Argelia como por la quema de caja, la firma española afrontaba hasta final de año 12 millones de euros de deuda con la banca y la Sepi. Vistas las dificultades financieras actuales, tanto entidades como el holding público han aprobado aplazar los vencimientos hasta enero a la espera de una solución a largo plazo por parte de Grupo Prodi, que suma el 55% del capital.
Fuentes cercanas a la compañía explican a elEconomista.es que el pool bancario dio su visto bueno a aplazar el pago de 6 millones de euros que vencían antes de final de año al mes de enero. Lo propio hizo la Sepi, que rescató a la cotizada tras la pandemia, con 6 millones de intereses de la ayuda, pues el principal no se comienza a devolver hasta el ejercicio 2025.
La decisión de los acreedores no es gratuita. Se produce a cambio de la promesa de Grupo Prodi, el accionista de referencia de la compañía, de abordar una inyección de capital en las próximas semanas. No obstante, sus palabras todavía no se concretaron en hechos, aunque el gesto tampoco supone un severo traspié ni para bancos -que ya descuentan pérdidas tras las quitas de las últimas reestructuraciones- ni para la Sepi -por el riesgo reputacional de ejecutar a una empresa rescatada en problemas-.
El aplazamiento es solo un pequeño balón de oxígeno para una empresa cuya quema de caja se ha convertido en uno de sus grandes problemas. La firma lucía al cierre de 2023 una posición de 109,9 millones de euros de efectivo y equivalentes; una cifra que se encogió hasta los 45,3 millones a 30 de junio y que según las proyecciones financieras estaría en alrededor de 6 millones de euros precisamente antes de la paga doble de diciembre.
De este modo, el grupo mexicano controlado por José Miguel Bejos tiene poco más de un mes para encontrar una solución. El grupo tenía al cierre del primer semestre un patrimonio neto negativo de 94,5 millones que hasta ahora ha podido manejar sin consecuencias debido a la moratoria concursal decretada por el Gobierno y los efectos no aplicados de los 119 millones en préstamos participativos obtenidos. El problema: el plazo para obviar esta situación termina el 31 de diciembre y en el primer semestre de 2024 ya perdió 26 millones. Además, está por ver la cifra una vez se aplique la provisión de 100 millones por el litigio en Argelia con Sonelgaz. La pasada semana, eso sí, Duro Felguera decía que el patrimonio neto de la sociedad dominante a efectos mercantiles "se mantiene positivo".
Lo cierto es que más allá de una inyección de capital del propio Grupo Prodi, parece complicado encontrar más soluciones. Primero porque el Instituto de Crédito Oficial (ICO) no avalará el 100% de la nueva financiación que pueda solicitar a unos bancos a los que el nombre de Duro Felguera ya asusta en sus departamentos de riesgos. De hecho, tienen los avales congelados y la petición de alcanzar unas garantías de 350 millones contemplada en el plan estratégico de la cotizada parece una quimera.
Falta por ver qué papel jugará la Sepi. Para empezar, según la nueva ley concursal, los créditos públicos -como son los 120 millones ya aportados- no pueden ser sujetos de quitas y solo pueden ser aplazados. No obstante, sí está en conversaciones con la compañía para ver cómo dar apoyo adicional ante el riesgo que supone dejar caer a una empresa rescatada.
Los otros frentes de la Sepi
El acuerdo entre Duro Felguera y la Sepi ha llevado a la empresa pública a renegociar nuevamente con una de las empresas rescatadas a través de su fondo para empresas estratégicas, que fue creado con motivo de la pandemia y desembolsó más de 3.000 millones en 30 operaciones. Pese a que el holding que preside Belén Gualda no ha sufrido hasta 2023 ningún impago, según sus cuentas, sí ha visto cómo varias de estas compañías han pedido ayuda nuevamente ante las necesidades de reestructurar su pasivo.
Al margen de la ingeniería asturiana, Losán lanzó un SOS al mercado y entró en preconcurso el pasado verano. Las negociaciones con la banca y con el ente público se han extendido hasta el último momento por distintas divergencias, si bien finalmente se ha presentado un nuevo plan de viabilidad.
También han llegado a un acuerdo con la Sepi el grupo de clínicas dentales Vivanta, de Ares y Portobello, y con la aerolínea Volotea. Ambas únicamente han pedido más margen para pagar los intereses de parte de su préstamo. Mientras, el grupo de restauración Serhs, que recibió 30 millones entre préstamos participativos y ordinarios, ha fichado a NK5 como experto de reestructuraciones. El balance cargado de deuda también ha pasado factura a la hotelera Meeting Point, con amplia presencia en las Canarias y con 35 millones de la Sepi. La empresa, propiedad del quebrado FTI, ha pedido tres meses más de prórroga para negociar y no tener que presentar concurso.
La última de las compañías en pedir una revisión de las condiciones de su rescate a la SEPI ha sido Airtificial. La compañía acordó el pasado mes de octubre el aplazamiento del pago de las cuotas de los préstamos ordinario y participativo y fijó un nuevo calendario.