Firmas
En tres semanas, la mitad del año hecho
Joaquín Gómez
Tres semanas han servido para que se esté calentando en el mercado algo parecido a un ciclo de euforia. En menos de 15 sesiones el Ibex 35 se revaloriza un 4,3%, una rentabilidad que si pensamos en las expectativas que manejábamos para todo 2018 supone la mitad de lo esperado para todo el año.
En el caso de Europa, después de un magnífico 2017 de doble dígito de rentabilidad, el punto de partida, con valoraciones que son correctas, era de esperar que la bolsa subiese en el año lo que mejoren las estimaciones de ganancias. A cierre de 2017 se esperaba que el beneficio de las empresas europeas mejorase un 6%. Y este porcentaje no ha variado en exceso, incluso podríamos llegar a ver algo de deterioro si se piensa en la apreciación que está teniendo el euro, que ha pasado en el año de 1,205 a 1,223 dólares.
Para la bolsa española el arranque del año dejaba el castigo de toda la segunda parte del ejercicio anterior. Un diferencial perdido frente a la bolsa europea de seis puntos porcentuales por la crisis catalana. El inversor extranjero sigue sin volver, como demuestran los bajos volúmenes del mercado, pese a que se está corrigiendo algo de una desviación que en el peor de los momentos del Catalexit llegó a nueve puntos porcentuales. Además, el inversor americano vigila otro factor de incertidumbre cuantitativo y cualitativo, las elecciones en Brasil de octubre. Al Santander y Telefónica las penalizarán más por Lula que por Puigdemont.
Pero lo que ha ocurrido en el arranque de bolsa de 2018 no es fruto de una casualidad, y sí del destino. Lo primero que ocurrió es que la banca rompió resistencias. ¿Por qué lo hizo? Por dos motivos. El primero porque con las últimas actas del BCE se evidenció la discusión sobre la necesidad de acelerar la retirada de estímulos, lo que inmediatamente acercó la expectativa de subida de tipos. El alza del precio del dinero, que ya hay quien piensa que puede llegar este año, unido a la subida de rentabilidad del bono estadounidense, ha apoyado la subida de los bancos.
El bono americano, que tras cinco alzas de tipos por parte de la FED no había sido capaz en cuatro años de superar el 2,5%, ha podido con este nivel. ¿Cómo se va a mantener una diferencia de más de 200 puntos básicos de rentabilidad entre el diez años americano y el alemán -cuidado cuando rompa el 0,6%- si hablamos de subir tipos por parte del BCE?
Las potenciales pérdidas en renta fija son otro de los motivos que apoya el alza de la bolsa. Como también un petróleo a 70 dólares en un un entorno de crecimiento de la economía mundial. El yuan, que provocó dos de los tres mayores sustos que ha vivido el inversor europeo en tres años con el Brexit -agosto del 2015 y enero de 2016- ha recuperado silenciosamente el nivel de su segunda devaluación. No hay volatilidad, todo es perfecto, pero vuelve Draghi a escena... y puede defraudar.