Autónomos: los grandes perjudicados por la subida del salario mínimo
- Deben ser las empresas las que fijen el momento óptimo para subir sueldos
Lucio A. Muñoz
El punto de equilibrio que indica el momento oportuno de subir los salarios será el definido conjuntamente por tres principales variables: un crecimiento económico adecuado, un incremento en la productividad de las empresas, es decir, de la competitividad empresarial, y un gran aumento en la creación de empleo.
En consecuencia, debería ser el mercado el que, en virtud, entre otros factores, de la oferta y la demanda, determine el momento óptimo para acometer una subida salarial.
Y, concretamente, cada compañía a nivel individual debe decidir cuando tiene que subir los salarios a sus propios empleados, todo ello en función de su nivel de productividad, capacidad económica y potencial de crecimiento. En este sentido, los convenios colectivos de las empresas deben asociar estos tres factores a sus niveles salariales y a cualquier subida de los sueldos.
Porque una subida de salarios, vía decreto, en cualquier otro escenario, por ejemplo, acompañada de una economía insuficientemente competitiva, un alto nivel de desempleo y un exiguo crecimiento económico podría desembocar en un aumento del desempleo.
Los autónomos pagarán la subida
En relación con lo anterior, una subida del SMI en un 8% provocará automáticamente un incremento en idéntico porcentaje, es decir, de un 8%, de las bases mínimas de cotización. En virtud de lo cual, los autónomos y las empresas serán los auténticos damnificados con esta medida propuesta por el PSOE y acordada con el Gobierno.
Tanto que, aproximadamente, un millón de autónomos (societarios y aquellos autónomos que tengan más de 10 trabajadores a su cargo) cotizarán en torno a 300 euros más al año, según cálculos de ATA.
La hucha de las pensiones
Este montante de dinero, que se sustraerá a los autónomos, proporcionará a la Seguridad Social un incremento de unos 70 millones de euros de ingresos extra. Por ende, serán los autónomos el colectivo al que parasite el Estado para intentar tapar parte del agujero de nuestro casi quebrado sistema de pensiones.
La citada medida supondrá un hándicap económico financiero para un gran porcentaje de autónomos y pequeñas empresas, que se encuentran al límite del concurso de acreedores y, por ende, cualquier carga adicional les puede conducir directamente al cementerio empresarial.
Puesto que, las cotizaciones sociales representan una de las materias más problemáticas con las que tienen que lidiar los autónomos. De hecho y en la actualidad, las bases de cotización no guardan ningún equilibrio ni proporcionalidad con el potencial y la actividad económica que cada autónomo genera.
La diana de todos los Gobiernos
El pasado 2 de diciembre, el Congreso aprobó una reforma legislativa que se desarrollará en una Comisión Parlamentaria de Empleo con el objetivo de mejorar el RETA (Nueva Ley de Autónomos), la misma, evidentemente, tendrá que votarse y tramitarse en el Senado. La referida reforma incluye, entre otras medidas, prolongar la tarifa plana para nuevos autónomos, ampliar bonificaciones, graduar las multas por retraso en el pago de cuotas, etc.
Pero todas estas iniciativas, que aún estando planteadas de modo deficiente (por ejemplo, la tarifa plana no debería estar sujeta a un espacio temporal y, del mismo modo, tendría que afectar a todos los autónomos que no superaran un mínimo nivel de facturación), se han valorado de modo positivo por el colectivo de autónomos, quedan ensombrecidas debido a las consecuencias que tendrá la subida del SMI. Tanto en cuanto, los autónomos terminarán siendo expoliados también durante la presente legislatura.
Un país cada vez más socialista
Ningún país dotado de una economía competitiva y una democracia avanzada explota a los autónomos y a las pymes, convirtiéndolos en esclavos fiscales y laborales, para financiar a la Administración Pública.
No obstante, en esta España, cada vez más socialista, la economía productiva está supeditada a los múltiples caprichos de un macro Estado económicamente insostenible, integrado por 17 corruptas autonomías cuyas estructuras (chiringuitos) político administrativas, políticas de anti empleo basadas en subvenciones amigas, cientos de miles de "enchufados por los partidos"... asfixian a las pymes y a los autónomos y demonizan la iniciativa privada.
Si España no cambia el rumbo, llegará un momento en el que no haya suficientes autónomos ni pymes a los que expoliar para mantener a tanto paniaguado. El "mentiprogresismo" y "la dictadura de lo políticamente correcto" instaurada por la izquierda están arruinando a marchas forzadas a nuestro gran país.